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sábado, abril 20, 2024

¡Inteligencia para la inteligencia artificial!

Uno de los valores que recién he descubierto y valorado de la gente con que trabajo, es que son bastante curiosos. Desde luego, cuando se es joven, queremos estar al día y saberlo todo.

En el último año, se ha hablado, creado memes, canciones y se ha imaginado muchas cosas con la inteligencia artificial. De hecho, como agencia creativa nos resulta divertido las conversaciones con el “chatGPT” o como le decimos gracias a la explicación clara de un cliente, nuestro “Jarvis” (nombre de la inteligencia artificial que usa el Hombre de Acero, de Marvel).

Y a medida que vamos viendo creaciones, textos, imágenes, los temores comienzan a surgir en materia de ¿nos va a sustituir en nuestros trabajos la inteligencia artificial? ¿Será que todo lo que antes era asesoría y consultoría, lo va a reemplazar estos bancos de datos con respuestas?

Definitivamente no, si somos capaces de abrazar su utilidad. La inteligencia artificial necesita un usuario, un “creador” para generar. Y aunque aún está en pañales y no es independiente (comparto el temor de muchos de que eso llegue a un futuro). La inteligencia artificial puede ser una gran herramienta de aceleramiento de procesos.

Así como un día nos llegó las redes sociales y nos preguntamos ¿para qué esto?, y llegamos a sentir el temor de perder la privacidad navegando en ellas, advirtiendo de la distracción y pérdida de tiempo que nos puede significar pegados a ellos, casi quince años después podemos ver que convivimos con ello.

No por nada vemos que han migrado a “Meta” donde generar una realidad virtual, que es algo como vivir en un videojuego. Amigos, mi punto aquí es la convivencia con la tecnología, ya no solo en el ámbito de aparatos, sino a nivel de programas.

Quizás soñamos que en un futuro muchas cosas serían a través de la inteligencia artificial, pues bien, el momento llegó. Y para todos aquellos que amamos crear, debemos ver como herramientas que nos pueden potenciar hacia nuevas posibilidades.

Pueden escribirle discursos (usted debe dar parámetros). Ya hay correctores en línea que le perfeccionan lo que redacte, puede crear filtros, imágenes, como las ‘selfies’ de épocas remotas que hemos visto, algo imposible de ser real.

Sin embargo, debe haber alguien que dé las instrucciones. Y allí entramos nosotros. Para mí, la creatividad es algo como un milagro. Es un don de Dios de poder generar cosas nuevas.

Muchos artistas, señalan que “soñaron” una melodía, o simplemente les pareció escuchar en su mente esa tonada, y allí es donde vemos que la mente humana sigue siendo una creación maravillosa e insustituible. Eso sí, la mente es como un músculo. ¡Entre más la use, mejor! Pero si no la usa, pasará como nos ha pasado con las matemáticas.

No podemos ya sumar ni restar cosas simples sin usar una calculadora. Todos tienen una. En todos los celulares, las hay. ¡Pero antes teníamos una agilidad bárbara para hacer cálculos en nuestra mente!

Ese es el don que no debemos de perder, ese es nuestro regalo. Pensar. Crear. En la individualidad de cada ser humano vemos y escuchamos tantas opiniones, puntos de vista, manera de pensar, que eso es enriquecedor.

Si todos fuéramos “robots” o tuviéramos inteligencia artificial, quizás sería lo más aburrido que pueda existir. Seamos curiosos. Seamos hambrientos, decía el fundador de Apple, Steve Jobs.

¡Vaya consejo que dio! Y no me cabe duda que, si ponemos de nuestra parte, la mente humana seguirá siendo mejor, insustituible y sorprendente. Un poema. Una canción. Un texto. Una foto. ¡Inteligencia de verdad!

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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