La relación de pareja me parece fascinante y básica para las otras relaciones. Hay pocas cosas que me disgusten tanto como ver a un par de personas que dicen amarse y sin embargo tratarse mal y hacerse la vida insoportable y cuando lo hacen evidente es todavía más triste. Asimismo, disfruto mucho ver a la gente que vive su relación de pareja de manera plena; sin miedos, sin egoísmos, sin competencia y con el más genuino de los amores; el amor funcional, el que de verdad sirve para algo.
Y es que yo insisto en que salta a la vista si estamos delante de cualquiera de los dos tipos de parejas porque el amor, la ternura, así como la indiferencia y el hastío, son cosas muy complicadas de disimular.
El asunto es que cada vez más, más parejas deciden tomar rumbos diferentes, el tema de las separaciones se está convirtiendo en “el pan nuestro de cada día” y es que no es nada fácil construir un vínculo íntimo, que es lo más cercano a una garantía de sobrevivencia de la unión entre dos.
Este vínculo, nos dicen los psicoterapeutas expertos en el tema (y mire que en esto estamos bastante de acuerdo todos), se logra a través de varios procesos y se mantiene a través de otros más. De ninguna manera se trata de algo estático o eterno. Entonces, para que la intimidad pueda darse deben existir tres componentes; amor confianza y atracción. Esto es una especie de trípode nos explica Bucay por lo tanto no puede mantenerse de pie si le falta alguna de los tres sostenes. El problema es que ninguna de estas cosas está bajo nuestro control, ocurren o no ocurren y solo si llegaran a suceder, podemos comenzar a construir lo demás. Riso nos asegura que un enlace completo y satisfactorio se logra mediante la atracción, la amistad y la ternura/ consideración para con el otro. Este reconocido psicólogo tiene cuidado en aclarar que la amistad es uno de los más importantes componentes pero que si falta alguno de los otros dos, igual se trata de algo a medias, incompleto.
Otros más le damos mucha importancia al sentido del humor en la relación, sin ello, se sentirá un vacío muy difícil de llenar con otras cosas.
Y luego Fromm nos habla de la importancia del conocimiento, la responsabilidad, el cuidado y respeto en estos nexos. Si no hay interés en conocer la esencia del otro, de responder cuando nos necesita, de cuidar lo que tenemos juntos y de respetarlo como ser humano, si no hay nada de esto y aun cuando falta una parte, no habrá mucho que hacer aquí.
Hablaba hace poco con alguien que me contaba que había decidido romper con su pareja a quien adora, cuando pregunté la razón me dijo: “Me faltó al respeto de una manera que nunca esperé, sentí que algo se rompió y así no podría seguir, tendría presente sus palabras siempre… ya no sería lo mismo”.
Y precisamente sobre esto nos sigue hablando Fromm:
“Si amo a la otra persona me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, no como yo necesito que sea, como un objeto para mi uso. Es obvio que el respeto solo es posible si yo he alcanzado independencia; si puedo caminar sin muletas, sin tener que dominar, ni explotar a nadie”.
Y bueno, al final cada uno decide cómo es que quiere mantener ese peculiar lazo y si es que decide mantenerlo.
