¡Le toca arreglarle la dirección! Me dijeron en el taller. Que, por eso, muchas veces el timón del auto se le va a uno para el lado. El asunto es que arreglar la dirección es un proceso que toma tiempo. Revisan las 4 llantas, las calibran y las ajustan a modo que el vehículo en acción, vaya donde vaya mantenga su curso y no se vaya para un lado o para el otro.
Cuan importante es que sepamos el rumbo de las cosas. Para ahorrar tiempo y esfuerzo. Si usted desconoce hacia donde va, perfectamente puede pasar una vida dando vueltas en círculos. En un viaje que hacia Costa Rica, unos amigos me advirtieron de eso, me decían que no tomara taxistas de aeropuerto, pues me irían a dar vuelta a la ciudad, para luego llevarme a mi lugar de destino, siendo este muy cercano. Todo para cobrarme el viaje largo.
¿Le ha pasado? Usted cree que va avanzando en la vida o en algunas relaciones y lo único que está haciendo es dando vueltas en círculos, pero en verdad no está llegando a ningún lado con nada. Luego, suceden cosas y se terminan esas actividades y relaciones y se queda con una enorme sensación de vacío, pues se dio cuenta de que no avanzo nada.
Tener rumbo, no tiene nada que ver con ser estricto. Muchas veces en las empresas y en las estrategias debemos saber cambiar de ruta. O bien tomar vías alternas, pero esto solo es posible si sabemos a donde queremos llegar. Una de las cosas que más nos generan ansiedad hoy en día, y mucha, pero mucha desmotivación, es que no sabemos a donde queremos llegar. No nos atrevemos.
Hay quienes, los conocemos como “Visionarios” Pues ellos no solo saben a donde quieren llegar, sino que ya lo han visto. En su mente. En su imaginación. Uno de mis mentores siempre me recalcó esto, al decirme que el que no sabe a donde va, cualquier estación o cualquier parada le parece buena. Hoy en día creo que parte del porqué no estamos energizados en nuestras vidas, es porque necesitamos retomar ese lugar de destino que nos dirá lo ha logrado.
La misma vida nos entrena para ello, pero en nuestra adultez, perdemos el sentido de dirección. Para nosotros en educación graduarnos es haber llegado. Conseguir trabajo es ser un profesional. Vamos quemando etapas. Pero ¿A dónde realmente quería llegar? Y si perdió el rumbo, déjeme compartirle algunas enseñanzas que me han ayudado a tomar nuevamente dirección.
Si siente que se perdió. ¡Pregunte! Cuando me toca ir a lugares que desconozco y el GPS no me da claridad de ir en la dirección correcta, pues toca bajar el vidrio y preguntar ¿Voy bien por esta calle? Si usted conoce gente que ha llegado al destino donde quiere ir, pregúnteles. Estoy seguro de que ellos saben si anda perdido o va en la dirección correcta.
Nos da muchísima pena preguntar, pero eso puede ahorrarle una gran pérdida.
¡A veces, para calibrar, vuelva al principio! Trate de recordar en que etapa de su vida, o de su negocio perdió el rumbo. E intente regresar a ese punto. Estoy seguro de que si uno se enfoca y hace cambios, seguro puede retomar bien, el cómo llegar. Y por último, si ese camino que probó, no lo hace llegar ¡Pruebe rutas alternas!
Si usted sabe a donde quiere llegar, puede tomar rutas alternas para ello. ¡Seguro logra nuevas formas de llegar a su destino! Eso sí. ¡Tenga claro a donde quiere llegar!
