¿Está usted durmiendo las horas que necesita, todos los días? Porque si no es así, debería saber esto: Que dormir es tan necesario para nuestro cuerpo como lo es comer sano y hacer ejercicio. No dormir bien puede derivar en depresión sin que nos demos cuenta. Afecta el sistema inmunológico, nuestra gran defensa contra enfermedades. Causa irritabilidad, mala memoria. No funcionamos bien durante el día cuando no hemos dormido las horas que requerimos. Cuántas sean estas horas va a depender de cada organismo ya que cada uno es diferente, entonces hay personas que, con dormir siete horas ininterrumpidamente se sienten renovadas al despertar, mientras que otras ocuparán hasta nueve para sentirse completamente descansadas. Por eso es tan importante que usted se conozca y sepa cuántas horas de sueño precisa.
Y fíjese en la gran diferencia entre la cultura europea y la nuestra, por ejemplo, ellos acostumbran a dormir una siesta a diario, incluso hay ciudades allá al otro lado del Atlántico donde el comercio cierra entre la dos y las cuatro de la tarde y en los vecindarios no se escucha ruido alguno porque… ¡todo el mundo está durmiendo! ¿Resultados?
En estas ciudades usted se va a encontrar con que las personas mayores de 70 años, por ejemplo, gozan de una salud inmejorable, son totalmente autodependientes, se desplazan en sus bicicletas a todas partes y son excelentes conductores de automóviles. En nuestro medio por otro lado, la gente ve el dormir como una “flojonería” y las personas se excusan con dolor de cabeza y cosas por el estilo para sentirse libres de acostarse a dormir en medio del día y no ser juzgadas por ello. Otros alegan no tener tiempo para hacerlo, pero cuando lo tienen, lo utilizan en otras cosas que nada tienen de productivas.
Los médicos recomiendan como mínimo 20 minutos de sueño por la tarde antes de continuar con nuestros quehaceres, pero esto no es algo que se pueda o se quiera practicar en nuestro medio y entonces nos encontramos y a cada rato, gente joven sufriendo problemas de corazón, presión alta, derrame cerebral, estrés extremo y, por lo tanto, muerte prematura. Además, note usted a las personas instaladas en su “heroico” papel cuando le cuentan que “yo me levanto desde las cuatro de la mañana y no paro en todo el día”. Esto con gran orgullo e ignorancia de lo que se hacen a sí mismas.
Luego tenemos a los que padecen de insomnio crónico y no parecen estar muy preocupados al respecto. Desconocen que esta falta de sueño, el sueño fragmentado o de mala calidad, le produce un daño severo a nuestro cuerpo y cerebro y que esto pasa unas facturas demasiado caras a veces.
Un estudio del 2012 de la Universidad de Alabama y otros publicados a finales del 2019 en el Journal of The American College of Cardiology, nos advierten sobre los riesgos que tomamos al dormir menos de seis horas diarias: Más placas de colesterol al corazón, deshidratación continua, ataque al sistema inmune, menor rendimiento de la atención y la reacción durante el día, alta presión sanguínea, etc.
Solución: Dormir las horas que necesitamos. Si hacerlo aumenta la posibilidad de salud y bienestar… ¿Necesitamos más razones para rendirnos en brazos de Morfeo?
