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viernes, mayo 10, 2024

A ponernos de su lado

En la vida nos encontramos con ese tipo de personas que tienen una fortaleza increíble para aguantar las embestidas, que soportan muy bien el dolor emocional y se levantan cada vez que reciben un golpe bajo de la vida. También nos encontramos con aquellos (que, por desdicha, son una buena mayoría) que no logran reponerse de esas caídas. Luego tenemos a los que son muy buenos soportando el dolor físico y estos también tienen toda mi admiración.

Y es que no se puede sino sentir admiración por las “agallas” que tienen algunos y sentir pena por la debilidad de los otros. Sobre todo, cuando estos últimos forman parte de nuestra gente más cercana y más aún cuando se trata de uno mismo. No se puede evitar entonces tratar de analizar esos factores que llevan a unos y a otros a reaccionar de manera tan diferente ante acontecimientos similares.
Y bueno, estos factores tienen que comenzar con la genética, todas esas cosas positivas y negativas que heredamos de nuestra familia de sangre. Luego el ambiente en el que fuimos criados y aquí recuerdo de nuevo a Frederick Douglas cuando nos asegura que es más fácil construir niños fuertes (y todos los que somos papás sabemos que no es algo sencillo), que reparar hombres rotos. No hay manera de quitarle la razón a este eminente personaje. Igual nos encontramos con factores que tienen que ver con la gente con la que nos rodeamos en la adolescencia, las cosas que leemos, lo que vimos en televisión, la música que escuchamos, y nuestros pensamientos. Todo esto junto, determinará nuestra personalidad, que, una vez instalada en nosotros, nos acompañará para siempre. Entonces tenemos; genes, crianza, personalidad. De eso dependerá que tan resistentes seamos tanto al dolor físico como al emocional.

Este sábado que acaba de pasar murió Matthew Perry, conocido por todos por su divertidísimo papel de Chandler en la exitosa serie Friends. Aparentemente hace muchos años tuvo un accidente del cual la recuperación fue muy dolorosa. Los médicos le recetaron un medicamento que contiene un analgésico opioide que actúa en el cerebro para cambiar cómo se siente el cuerpo y cómo éste responde al dolor. Desafortunadamente, el actor, que estaba en medio del programa de TV más visto en ese momento, se vio en la necesidad y mitigar ese dolor cada vez más severo, cada vez más rápido, hasta que las cosas se le salieron de control. De pronto estaba dependiendo de este medicamento y del alcohol hasta para poder dormir. Esto hizo daños tremendos en su organismo que le dejaron secuelas significativas. Estuvo a punto de morir por lo menos en dos ocasiones y en rehabilitación otras tantas. Hace dos años, aproximadamente, decidió que había tocado fondo, se “limpió” de todo eso que le estaba dañando y se encerró a escribir su biografía, con el objetivo principal de ayudar a otros que estaban pasando por la misma situación y alertar a los que corrían el riesgo de estarlo. Los últimos meses se dedicó a promocionar este libro y dar entrevistas al respecto. Se le veía muy animado y decidido a regresar a vivir. Sin embargo, hoy está muerto, la causa exacta se sigue desconociendo. Solo espero que pueda sentirse mejor donde quiera que se encuentre.
Si Matthew Perry pertenecía al primer o al segundo grupo de personas al que nos hemos referido al principio, tiene importancia solo en la medida en que comprendamos que todos somos pasajeros del mismo tren. Que de alguna manera somos responsables por los demás viajeros y que somos responsables directos de nosotros mismos y de asegurarnos que más que enfrentar la vida, aprendamos a ponernos de su lado.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
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