Por Irazema Ramos, Sicóloga.
La decisión es la determinación definitiva adoptada en un asunto. Se refiere a la firmeza, seguridad o determinación con que se hace una cosa. La toma de decisión es el proceso en el cual un individuo debe elegir entre dos o más opciones. En algunos casos puede resultar un conflicto o situación que requiere de un análisis especifico y suficiente para determinar que opción será la más viable.
La toma de decisiones es uno de los procesos cognitivos más complejos a los que se tiene que enfrentar el ser humano. Cada día, desde que nos levantamos estamos tomando decisiones, realizamos, momento a momento, varias elecciones, pero muchas son de manera inconsciente, sin tomar un tiempo para razonar consecuencias o medidas de cuidado al elegirlas.
Daniel Kahneman es un psicólogo israelí-estadounidense que obtuvo el Premio Nobel en el año 2002 por su investigación sobre la toma de decisiones, él afirma que existen dos vías en este proceso:
Sistema 1: Toma de decisiones por emociones o implícito.
Él menciona que no todas las decisiones de nuestra vida son fáciles de analizar, calcular y sopesar. De hecho, en varias etapas de la vida, nos enfrentaremos a dilemas que tienen una gran carga emocional, pudiéndonos causar estrés, tardanza en la toma de decisión, aunque quizás de una manera interna ya sabemos y tenemos claro qué debemos hacer, pero estamos esperando quizás el “mejor momento” para no dañar o disminuir el daño de alguien más. En algunos casos tomamos una decisión de acuerdo con la emoción que reina o predomina en nuestro interior.
Sistema 2: Toma de decisiones por razonamiento o explícito.
En este caso tomamos un tiempo para utilizar nuestra inteligencia analítica, la capacidad de cuadrar, equilibrar y vamos así, calculando y sopesando pros y contras de una manera selectiva y eficiente. Hacemos uso de un sistema lógico, pensante y calculador. Desafiamos a una decisión que nos hace enfrentarnos a nuestro propio miedo, de fallar y equivocarnos.
Por lo que puede ser necesario que analices algunos pasos antes de elegir una salida a tu problema. En esta semana te propongo la tarea de practicar tomar 7 decisiones, una por día, comenzando este lunes y terminando el domingo. Elabora una lista de 7 situaciones que quieres cambiar, por ejemplo:
- Durante la semana no tomaré refresco.
- No compraré ni jugaré juegos de azar.
- No tomare bebidas alcohólicas ni estimulantes.
- Tomaré la cantidad de agua que necesita mi cuerpo.
- Comeré de manera saludable por lo menos tres días.
- En esta semana haré 30 minutos de ejercicio diarios.
- No visitaré a la persona que me desequilibra emocionalmente.
Para que tengas éxito en tomar decisiones, te sugiero que te acostumbres a poner por escrito las ventajas y desventajas en cada decisión, genera alternativas, otras cosas por hacer, para no sentir que te hace falta hacer lo que te propusiste, analiza con tiempo la forma en que lo puedes poner en práctica, puedes usar la técnica del 10+10+10, que consiste en plantearte las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles serán las consecuencias de mi decisión dentro de 10 minutos?
- ¿Cuál es la consecuencia de esta decisión dentro de 10 meses?
- ¿Y cuál es la consecuencia dentro de 10 años?
Toma una decisión pronto: “Si persigues dos conejos, ambos escaparán.” – Anónimo.
