Hay fuertes, equitativos, severos y justos reclamos del pueblo, dentro de una singular visión de cambio y nuevos como mejores trayectos por lograr legalmente alcanzar el poder en Honduras.
La enorme transcendencia, significación y consecuencias involucradas dentro de una plataforma incongruente o humedecida de dificultades, requiere y urge de una genuina capacidad, un pensamiento renovador, un esforzado trabajo, y asimismo, de otras diferentes consideraciones, mismas que unidas a los denodados esfuerzos de las emergentes personalidades y habilidades políticas son los pilares en que descansa, de manera indubitable conseguir el poder, mediante la unidad nacional y la fuerza indomeñable, dirigida o conducente hacia la consecución o logro de verdaderos incentivos y condiciones de mejorable condición o circunstancia, favorable a toda la colectividad nacional.
No se puede apartar o soslayar la búsqueda de un crecimiento apropiado a nuestra situación adjunta, accesoria, dependiente que se palpa. Sin embargo, esa escala de inferioridad, se disminuye o termina mediante un margen de ventaja o superación, sin compromisos, haciendo evidente la ampliación de los mercados, la generación de modernos cupos o porciones superiores, que hagan posible a su vez, nuevos compradores o clientes de nuestros productos, que permitan el empleo de un mayor número de hondureños, en la oportunidad deseada, teniendo siempre en cuenta los intereses individuales o generales de nuestra querida y preferida patria.
Los estudios o preparación conveniente pueden establecer hábitos o rutinas de palabra convincente y escritura efectiva, mediante las diversas formas de comunicación o transmisión de noticias o información, como otros valores de la fuerza educativa en uso preciso, puntual y refinado. Nuestras manifestaciones se prolongan gradualmente y con orgullo con magnitud completamente distinta, forma frecuente de comunicar, participar y notificar nuestro temperamento y carácter, sin pronunciación mutilada y falsa de paulatina o gradual desnacionalización. Se trata de adquirir, encontrar un intercambio de ideas que tenga novedad, actualidad y vigor, ocupando un plano preponderante dentro del concierto de las naciones o Estados del mundo un tanto convulsionado que se vive, merced a consideraciones y actividades de confusión o desconcierto mal interpretado, por algunas potencias o fortalezas anárquicas o desordenadas.
En resumen, las buenas, minuciosas y esmeradas relaciones con todos los países del Universo, después de una gestión oficial, fomentan la colaboración recíproca, la frecuente y cordial notificación o comunicación, constituyéndose como pilares elementales en que descansa un radiante ambiente de influencia cultural, instructivo y pedagógico, que aprueba o permita conseguir una situación privilegiada en los países del mal denominado Tercer Mundo.
El respeto, la debida responsabilidad gubernamental, la legítima actividad, el positivo dinamismo popular y la ponderada energía en la lucha imparcial y política, contribuyen a fortalecer la democracia participativa, la libertad, el bienestar, la prosperidad y otros aspectos de firme convencimiento y semillas privilegiadas de alta consideración y estima.
Todo sea por la patria, la cultura, la educación, la salud y la tradición y costumbre de nuestro querido y dilecto país.
Ernesto Alvarado Reina. Abogado y notario.
