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jueves, mayo 2, 2024

Recuperar el 12.5 % del PIB usado en corrupción

La corrupción en Honduras parece un acto normalizado y justificado. Escuchamos a muchos hondureños decir que no importa quién llegue a la Casa Presidencial, al Congreso de la República y al Poder Judicial, si todo sigue igual. La colusión, el tráfico de influencias, el narcotráfico, malversación de fondos públicos, el nepotismo, evasión de impuestos, la manipulación en los procesos de licitación, el soborno a los que aplican la justicia, entre otros.

Todo esto, tiene un impacto negativo en el desarrollo de Honduras, afecta la economía, la confianza pública y la estabilidad social. Hablar de corruptos y corruptores no es nada agradable, es como tirar agua al mar, la impunidad los tiene blindados. De vez en cuando, vemos algunos emblemáticos personajes públicos con órdenes de aprehensión, generalmente cuando esto ocurre pareciera más como actos de venganza, de otros corruptos que quieren ocupar su lugar en la cadena de mando, que impartición de justicia.

El 12.5 % del Producto Interno Bruto (PIB) se desvía en actos de corrupción. Estas cifras son parte del informe “La Estimación del Impacto Macroeconómico de la Corrupción en Honduras”, el cual fue elaborado por un equipo de investigadores bajo la dirección del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y el Foro Social de la Deuda y Desarrollo de Honduras (Fosdeh). Este contempla solamente cuatro años, del 2014 al 2018, los datos fueron procesados con las matrices desarrolladas por los economistas Joseph Stiglitz y Thomas Piketty, junto con datos del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) y fuentes internas como el Banco Central de Honduras.

Menciono este proceso, porque generalmente los que defienden la corrupción son muy hábiles para desvirtuar estos datos. Recuerdo hace unos 15 años escuchar a un exfuncionario público decir que la manera en que se mide la corrupción en Honduras no tiene fundamento científico, porque es la percepción del ciudadano. Hasta dónde llega el cinismo de los que se lucran y siguen lucrando con un sistema de impunidad.

Algunas ideas que no les gustarán a quienes se vuelven millonarios con un sistema desordenado, caótico, favorecido por la impunidad y la corrupción. Invertir más en educación, no en los funcionarios, ni en empleados supernumerarios o en empleados que están en nómina pero que no existen. Sino en cada una de las escuelas en las zonas rurales que están en el abandono, con un solo docente, que por días llega a impartir clases a todos los estudiantes de la escuela. Llevar la merienda escolar a los niños y niñas de las escuelas públicas en zonas vulnerables del país, para que los padres y madres tengan una motivación para enviarlos, al saber que comerán al menos un tiempo de comida ahí.

Ese 12.5 % que se va en corrupción se puede utilizar en equipar a los hospitales y centro de salud con atención médica y medicamentos de calidad, con equipos médicos para ser utilizados en el sistema público, que no terminen en las clínicas privadas y en las cuentas bancarias de la red de corruptos.

En relación a la infraestructura, las zonas rurales están olvidadas, los caminos rurales que comunican con las principales carreteras son un desastre, en época de lluvia imposibles de transitar. En esas zonas hay muchas personas atrapadas en el olvido de las autoridades y la inversión privada en escasa.

El 12.5 % se puede también utilizar para promover viviendas sociales, para los más pobres que todavía viven en construcciones improvisadas, sin títulos de propiedad, sin acceso a agua potable, en zonas inundables y de alto riesgo.

Según los estudios de USAID, en el 2019, aproximadamente 3 de cada 10 hondureños tuvieron que pagar un soborno para acceder a los servicios públicos, por lo que es un derecho. Además, se reveló que las personas afectadas por la corrupción tienen una probabilidad más alta de emigrar, se calcula que 4 de 10 hondureños lo intentarán. ¿Cuántas personas piensan emigrar cada día y cuántas lo hacen sin documentos? Es una cifra alarmante, los riesgos que toman las personas en las caravanas que van hacia Norteamérica.

Luego, Honduras reclama a otros Estados, como el de Costa Rica, por pedir visa a los hondureños, aunque ellos tienen un argumento válido, protegerse del crimen organizado que llega de Honduras. Sin embargo, en el caso de Reino Unido, que ahora también exige visado, debido a que se ha incrementado la cantidad de compatriotas en busca de asilo o refugio en ese país, no observamos la misma reacción por parte nuestro país.

Es fundamental dirigir los recursos desviados, que representan aproximadamente el 12.5 % del PIB, hacia inversiones cruciales en educación, atención médica, infraestructura y viviendas sociales. Estas medidas no solo mejorarían la calidad de vida de los hondureños más vulnerables, sino que también podrían reducir la presión migratoria que enfrenta el país, así como mejorar las relaciones con otras naciones.

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