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jueves, mayo 2, 2024

Moneda colonial, peso y lempira

La Real Casa de la Moneda de México fue promovida por el virrey don Antonio de Mendoza y establecida mediante Cédula Real el 11 de mayo de 1535. En un inicio se ocuparon las Casas expropiadas a Moctezuma por parte del conquistador Hernán Cortés, posteriormente se construyó un edificio ad hoc junto al Palacio Virreinal, en la Calle de la Moneda. Esta morada fue el primer lugar en América en donde se empezó la acuñación de monedas; aquí surgieron las primeras cecas en el continente americano.

Con la creación de las monedas en la región se establecieron nuevas formas de negocios con un banco centralizador de la actividad monetaria. Antes de este acontecimiento, las monedas no existían en América. Todo en aquel mundo autóctono, recién descubierto se regía por el “trueque” y así, de esta manera, nace el control monetario, económico y comercial de la región.

Las monedas en América, desde su inicio, al igual que en la otra mitad del mundo, estaban sustentadas en metales, las más valiosas estaban respaldadas en oro o plata como materiales de referencia y el cobre y el bronce, eran para las de menor denominación. Reales y escudos fueron las monedas que se utilizaron en la época de la conquista. El real de a ocho de plata, es considerado como la primera divisa global y la primera en Nueva España. Se podía comerciar con ella en América, España y en las Filipinas, su hegemonía duró 300 años y sirvió como modelo al dólar estadounidense.

Durante la época independentista, a partir de 1821 en México, siguieron coexistiendo las monedas heredadas de la época virreinal, junto con la emisión de reales y escudos mexicanos hasta 1860 cuando en el gobierno del Benemérito Benito Juárez se introdujo “el peso” al sistema decimal, dividiéndolo en 100 centavos (formalmente) aunque su uso material se dio hasta 1864, con el advenimiento del Segundo Imperio Mexicano (1863-1867) con Maximiliano de Habsburgo que acuñó las primeras monedas denominadas en pesos y centavos.

Paralelamente a este acontecimiento, en Honduras, provincia independizada de México a partir de 1823, decide emprender el viaje federalista y pasa a formar parte de la República Federal Centro Americana desde 1824 a octubre de 1841. La primera moneda en curso en este período fue “el real de la República Federal Centro Americana” en donde, diez y seis reales de plata equivalían a un escudo de oro. A pesar de la existencia del real de la República Federal, la moneda colonial española continuó coexistiendo; al igual que en México.

La primera moneda que se manejó en territorio soberano hondureño fue el real hondureño. El real hondureño fue la moneda de Honduras desde 1832 a 1862, dieciséis reales de plata equivalían a un escudo de oro. Luego sería sustituido por el peso hondureño.

Es a partir de 1862 hasta 1931 que el peso va a sustituir al real hondureño, la tasa de equivalencia era: un peso equivalía a 8 reales. Entre 1869 y 1871 se introdujeron monedas de cobre-níquel en las denominaciones menores. También había en existencia, monedas de plata con denominaciones de 5, 10, 25 y 50 centavos y monedas de oro de 1 peso que se introdujeron en 1871. Ahora usted sabe ¡de dónde viene la costumbre de hablar de pesos o reales hasta la fecha!

Muerto el peso, llega el lempira, moneda de circulación vigente, que lleva poco más de un siglo con nosotros. En el congreso nacional de aquella época se debatió si la moneda debía llamarse lempira o Morazán; la denominación lempira ganó.

Desde el año 1950 la emisión de lempiras (dinero) y el control del tipo de interés corresponde al Banco Central de Honduras.  La ley monetaria de 1950 señala algo que dejo a su reflexión en relación con nuestra moneda: “Artículo 2.- Mientras no se cambie su valor en la forma prevista en la Ley del Banco Central de Honduras, el lempira será igual a 0.444335 gramos de oro fino… Artículo 3.- El tipo de cambio de las divisas será determinado en función de la oferta y la demanda, dentro de las normas que dicte el Directorio del Banco Central de Honduras”…

En este momento, la moneda nacional no está sustentada ni en oro ni en plata, como lo estuvo en algún momento. La moneda estuvo ligada al patrón oro durante mucho tiempo, hasta que el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, anunció la salida de su país del patrón oro en 1971 y el resto de los países siguieron el mismo camino para optar por el dinero fiduciario.

El dinero por decreto, llamado fíat​ (del latín fíat, ‘hágase’) es una forma de dinero fiduciario cuya cualidad como tal proviene de una declaración gubernamental. Son monedas fíat, el dólar estadounidense, el euro, el yen y las principales monedas de reserva, desde el fin de Bretton Woods en 1971; el lempira también es fíat…

Para volver al patrón oro, hay algunas iniciativas interesantes la más destacada es la de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) que planean introducir una nueva moneda comercial “respaldada por oro”… mientras tanto, Honduras, un país con minas de oro y plata por explotar, intenta su incorporación a los BRICS…  El lempira ya dejó de lado al patrón oro para convertirse en dinero fíat.  Para concluir ¿será posible un lempira respaldado por el oro en el nuevo orden monetario?… esa respuesta está en el aire.

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