27.1 C
Honduras
sábado, abril 27, 2024

Los cuatro acuerdos

“Haz las cosas lo mejor que puedas” es uno de los cuatro acuerdos del libro con el mismo título, del señor Miguel Ruiz. Estaremos (de acuerdo) en que es la única manera para que funcione, poniendo todo el esfuerzo para que salga lo mejor posible y si de antemano sabemos que no vamos a dar el todo en esto o aquello, entonces mejor no hacerlo, mucho mejor. Otro de los acuerdos es “No te tomes nada de manera personal”. También aquí concordaremos seguro que sí, en que si dejamos de hacerlo andaremos por la vida un poco más relajados, menos susceptibles, menos agresivos, menos victimizados, más sensatos. Luego tenemos lo de “No asumas” y aquí es donde entra esa pereza cognitiva que nos impide ir más allá en nuestra mente, dudar un poco, lo que nos llevaría a preguntar, o asegurarnos de las cosas antes de darlas por hecho. Y como muy probablemente tanto a usted como a mí y como a otros ya nos ha pasado tantas veces el habernos equivocado por no haber indagado antes de accionar, seguiremos de acuerdo. Y por último nos encontramos con “Sé impecable con tus palabras”. Tan cierto es, que la manera en que nos hablamos a nosotros mismos influye en nuestros pensamientos y por lo tanto en el comportamiento, y no menos verdad que, cuando nos decidimos a dejar los chismes, cuando optamos por evitar la crítica destructiva y nos enfocamos un poco más en nosotros mismos y todo lo que tenemos que ordenar en nuestra vida, no va mejor, tan real es todo esto, que terminamos todos de acuerdo con don Miguel, claro que sí.
Algo que llamó mi atención mientras atendía un podcast donde el invitado era precisamente el mencionado autor, es algo que se dijo acerca de la importancia de entender el valor que tenemos cada uno de nosotros por el simple hecho de ser únicos. Es muy interesante cuando uno se detiene a pensar en ello; no existe en este planeta otra persona igual a usted, ninguna. Del mismo modo y por la misma razón debemos dejar de insistir en parecernos a nadie. Decía Oscar Wilde; “sé tú mismo, todos los demás ya están tomados”. Cada uno de nosotros vivimos en nuestro propio mundo, lo hemos ido construyendo a base de experiencias, de lo que creemos, y estas convicciones las defendemos a capa y espada. Cuando llegamos a esta comprensión se nos hacen menos molestas esas conductas tan distintas a las nuestras porque ya entendimos que nada tiene que ver con nosotros, que no somos responsables por la manera de ser de nadie, lo cual resulta bastante tranquilizador. Cuando acepto que “cada cabeza es un mundo”, ya no me molesto en querer cambiar a nadie (sé que no voy a poder) y me dedico a hacer cambios en mí. Cambios que tienen que ver con ser más cuidado con lo que digo, dejar de hacer suposiciones, ya no tomarme las cosas de manera personal y hacerlo todo (o al menos tratar) lo mejor que puedo… procedo a ponerme de acuerdo conmigo mismo.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: