18.5 C
Honduras
viernes, mayo 3, 2024

MATALASCALLANDO: Matando el tigre

“La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos”. Rabindranath Tagore.

Va y no hagan una trastada esos cipotes, mejor que la nueva heroína vaya también, aunque no tenga nada que estar haciendo en ese lugar, va y el cuero sale más bravo que la fiera. Desde hace ya años se ha venido anunciando a la Cocora desde los pasillos de la Casa de los Sustos, pero al final de cuentas todos creen que son cuentos. Esa ya vendrá, a lo mejor a destiempo y cuando ya los chacales ya se hayan ido a meter debajo de las enaguas de doña Chayo, huyendo del brazo implacable de la justicia tardía, que en ese entonces ya no será tal, para ocultar lo atesorado que al final le llegará orín y polilla, para nada y para nadie. Por lo menos les crecerá el gaznate tragando más pinol mientras de alguna manera u otra se les deduce la expiación de sus pecados por la vía del arrepentimiento y devolución de lo robado o por excomunión y allí sí van a tronar los carbones en la hornilla.

Cuando la comisión venga y si acaso ya trae ataduras, pesadas cadenas para la impunidad, la sociedad hondureña puede darse por servida, ya que los abusos han sido tantos y por tanto tiempo que serán muchas, Honduras, las comisiones necesarias para poder medio rescatar algo después de tanto ladrón, sinvergüenza, sapo, pajero, arrastrado que ha pasado por la Casa de los Espantos haciendo quedar mal hasta al más beato. Pero, si acaso la justicia empieza a regar la campiña hondureña y florecen los actos de solidaridad y paz, sin deseo de venganza, pero sí de justicia, las cosas van a ser mejores y así sin querer harán campaña para las próximas contiendas, pero si siguen con esas babosadas de la constituyente y al tal asesor le siguen aplaudiendo como si fuera verdad todo lo que dice, estamos muy muy mal y así seguiremos in saecula saeculorum.

Sin nada que hacer allá, a firmar nada, a gestionar qué, a husmear qué, a pedir cuál, a vigilar a quién, se dejó ir con su séquito, con el estilo de siempre haciendo fiesta lo que no les cuesta, mientras por acá su muchachito malcriado, impuesto por el arlequín empolvado, no halla qué pito tocar para colocar una aspirina en los estantes de las farmacias de nuestros hospitales y la población ya está bien arrecha y eso da miedo. Ya no estamos en los tiempos en que una simple y mentirosa conferencia de prensa acallaba cualquier verdad nacida de las entrañas del pueblo. No vaya a ser que se den con la piedra en los dientes y esas amenazas electoreras (que no eran necesarias) les vayan a salir como tiros por la culata.

Y para no pecar de irredento, apartando tanta maldad, espero que usted y yo tengamos la hidalguía de quitar el orgullo de las puertas del corazón para que la Sagrada Familia, que nos pide posada para que Jesús nazca, pueda ingresar en nuestras vidas y que la Navidad sea una realidad, y si acaso pasa por ahí un tamal mal puesto, pues, me invita, le garantizo una buena conversación. ¡Feliz Navidad!

 

Ing. Carlos Mata
[email protected]

- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: