La mejores, explícitas, y considerables acciones de altura cívica, resultan formidables herramientas utilizadas con oportuno valor y de manera precisa, convincente y efectiva, unidas con adecuada coordinación de ideas, constituyen y son un refinado procedimiento para lograr finalidades de vivacidad reciente para la marcha que conduce a la genuina versatilidad e influencia sobre las masas colectivas, sin influjo ajeno, para pretender llegar a conseguir y modelar un pensamiento original de asistencia o auxilio nutrido e inapreciable.
Hay que descartar sin lugar a dudas, la visible o palmaria experiencia atávica de ciertas personas investidas de autoridad, que representan una potestad injusta y un mando humedecido de arrogancia, prepotencia y maldad.
Cualquier ciudadano hondureño puede alegar acontecimientos perfectamente justificables, compatibles o de fácil explicación y sin jactancia o fanfarronería. Siempre se tiene que actuar dentro del marco legal o nomotético, ya sea por defensa o ilustrado alegato, sin barreras o dificultades, cortapisas o probables inconvenientes, señalando los errores, la imagen equivocada, y desde luego, poniéndolo a consideración de los empleados, burócratas o funcionarios de la administración, con el objeto de obtener una reconsideración o rectificación de los errores cometidos por operación u omisión y malicia. Por consiguiente, todo habitante puede accionar sin censura previa, expresar su pensamiento, dar y recibir o recoger información y discutir sus criterios, opiniones propias o ajenas por medio de la palabra escrita o hablada, o bien por cualquier otro instrumento y moderado procedimiento gráfico, oral o visual, procedente de la moderna tecnología o cibernética, informando con veracidad los acontecimientos o sucesos ocurridos en el mundo.
Sin causas justas de impedimento, dentro de la paz social se puede lograr un cambio, permuta o transformación social, política, económica, mutua o general del país, siendo la comunicación o rotación de ideas un valioso elemento y un pilar fundamental de los pueblos. La comunicación hace partícipe a las diferentes poblaciones, incluyendo a los másapartados rincones alejados de la cultura, la instrucción, la salud individual o colectiva, con su forma de penetración que influye de manera positiva e indudablemente hacia la verdadera transcendencia, significativa y constructiva de un país o nación. Las indicadas declaraciones se transforman o convierten en manifestaciones valorativas.
El diálogo y arreglo amigable o conciliatorio, cuando acontece un conflicto intersubjetivo de intereses, presenta un camino satisfactorio hacia la conciliación de beneficios o provechos y es un genuino instrumento de auténtica solución a los grandes problemas nacionales.
Frente a la presunción o aparición viable de contradicciones y juicios valorativos sin fundamento, La reafirmación de las libertades públicas y en sendero de mejoramiento, se tiene que fortalecer las instituciones democráticas y contribuir a una ejemplar administración, y de vital e importante equilibrio, por la solución equitativa, imparcial, legítima y certificada.
