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jueves, abril 25, 2024

E-EVOLUCIÓN: San Pedro Sula cubierta por el humo

Nuestro planeta es único, es nuestro hogar y el de otros miles de especies. Desde la era de la industrialización se aceleró el deterioro de la flora y fauna. La producción de manera industrial, la dependencia del petróleo, los plásticos, entre otros, han convertido los mares en ríos en lugares contaminados que amenazan la vida marina.

Hace más de 50 años, grupos de ciudadanos se lanzaron a las calles para demandar acciones que eviten el derramamiento de petróleo, por el 22 de abril de 1970 se nombró como el Día de la Tierra. Algunas demandadas que se han venido haciendo realidad, como fomentar el reciclaje y reutilizar los productos.

La región centroamericana se caracteriza por sus bosques nublados, que permiten mantener el equilibrio ecológico, especialmente ayudan a mantener las reservas de agua. En Honduras es bastante frecuente que, para el primer semestre, quemen por las empresas dedicadas al cultivo de caña, ellos mantienen proceso antiguos que contaminan el ambiente y se justifican argumentando que es necesario, porque de esa manera conservan cientos de empleos y si tecnificaran esta práctica, se perderían los empleos. Obvio que es una excusa, porque se podrían abrir otras fuentes de ingresos en las comunidades, ya hay ejemplos a seguir como en Brasil, que ha mejorado sus prácticas desde hace varias décadas.

Por otra parte, los taladores de bosques aprovechan los incendios que ocurren, para descombrar las zonas montañosas y extender tierra para la ganadería. Nada de esto es secreto, las mismas autoridades lo saben, se hacen de la “vista gorda”, no están interesados en aplicar la ley, por eso nos extraña que se peleen por esos puestos que, para un ambientalista sincero, llamaría a frenar esas prácticas, pero “don dinero” puede más.

En las últimas semanas San Pedro Sula ha estado con su cielo totalmente nublado, ya no se ve el cielo, ni las montañas. Es una bomba de tiempo esto, cientos de sampedranos, especialmente los niños y los adultos mayores están padeciendo algo muy parecido a la COVID-19, pero que no lo es, en los exámenes clínicos de sangre se descarta.

En el momento de escribir esta columna, veo cómo la ciudad de San Pedro Sula está bajo un manto de humo y no vemos a ninguna autoridad sanitaria dando instrucciones a la población; al menos el Cuerpo de Bomberos, de la ciudad de Tegucigalpa, fue transparente y advirtió a la capital no exponerse a la lluvia ácida, en un comunicado por su página Facebook.

Como digo, en nuestro país a muchas cosas que superan la ficción y la población está desinformada. Hay una serie danesa producida por Netflix (la generación Y) debe conocerla muy bien, expone todos los riesgos del deterioro ambiental. “Un virus mortal que se propaga con la lluvia obliga a los hermanos Simone y Rasmus a buscar refugio en un búnker subterráneo, separándose de su padre científico (Neflix, 2018). Aquí les dejo este escueto comentario sobre esa serie para que anime a verla y adicionalmente, busque otros.

Me pregunto, por qué no se educa a la población sobre los riesgos para la salud que representan estos incendios. Según datos oficiales, hasta el momento, en lo que va del año, se ha contabilizado alrededor de 937 incendios, afectando 37,317 hectáreas, en Semana Santa se reportaron 250 incendios. Las aves y otras especies no han podido evacuar y han sido consumidas por llamas. Todos los años parece que se repite y se agudiza esta situación. La incapacidad del Estados de no cuidar los bosques debe verse como un crimen y tomar acciones prontas para evitar que ese ciclo se repita.

Mirna Isabel Rivera
[email protected]

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