En días reciente vimos con enorme interés científico y religioso lo relacionado con el eclipse que ocurrió el 8 de abril de este año. Fue interesante ver a la comunidad científica hondureña informando y orientando a la población para que conociéramos más del tema. La Facultad de Ciencias Espaciales de la UNAH hizo una importante contribución al realizar charlas, conferencias y observación celeste, todo esto en el Observatorio Astronómico Centroamericano de Carreras de Astronomía y Astrofísica.
Los organizadores del evento fueron más allá de lo convencional e hicieron que fuera inclusivo, instalaron un aparato que se llama Light Sound que permitió a las personas ciegas sentir la experiencia del eclipse de manera inclusiva. LightSound es un invento que llama la atención, su desarrollo se lo debemos a dos mujeres científicas, Wanda Díaz-Merced es ciega, de origen puertorriqueño y Allysonson Bieryla, ambas astrónomas de Harvard, que lograron fabricar el dispositivo. Es impresionante lo que las dos científicas han logrado y puesto al servicio de la humanidad que lo necesita.
Desde el punto de vista científico, fue una gran oportunidad para que la NASA realizara experimentos para conocer temas que talvez para la mayoría de nosotros que estamos en otros campos de estudio no tengan mucho sentido, pero que para la propia supervivencia humana sí. La NASA aprovechó para explorar el impacto del eclipse en la disminución de la luz solar y la atmósfera superior, por eso sorprendieron a la población mundial lanzando tres cohetes hacia el espacio.
La civilización maya reconocía la importancia de estudiar la astrofísica, lo miraban desde una perspectiva religiosa, pero también científica. Para llevar a cabo observaciones astronómicas, los mayas erigieron grandes templos. Esto les permitió a los sacerdotes determinar la duración de los ciclos, lunar, solar y del planeta Venus, a partir de los cuales elaboraron sus calendarios.
La Biblia judeo-cristiana también pone mucho énfasis en lo que se refiere a los eclipses, el simbolismo que hay detrás de cada uno de estos fenómenos, ya sea que interpreten de manera literal o simbólica, llama mucho la atención, especialmente para los estudiosos de la escatología o final de los tiempos.
Los eventos que narra el Antiguo Testamento, Amós 8:9 menciona un oscurecimiento del sol, mientras que, en el Nuevo Testamento, Mateo 24:29 hace alusión a un oscurecimiento de la Luna: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el Sol se oscurecerá, y la Luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.”
La ciencia moderna ha comprobado la importancia de la Luna para nuestro planeta. La relación que ésta tiene con el sistema costero, crucial para la navegación marítima, ayuda a regular la temperatura en la Tierra, importante para la agricultura, ya que influye en las estaciones del año y los patrones climáticos. La Luna es objeto de estudio para la ciencia, juega un papel integral en la estabilidad y el desarrollo de la vida en la Tierra.
El tema de inversión es fuerte, en el presupuesto solicitado por la NASA a su Gobierno, de “8,100 millones (dólares) para permitir actividades de exploración lunar sin precedentes y preparará para el próximo gran salto, el envío de astronautas a Marte, a través del enfoque de exploración Luna a Marte de la Nasa”. En total solicitaron 27,200 millones de dólares, un 7 % más que el año 2023.
En nuestro contexto, es importante que en Honduras se brinde mayor apoyo a carreras relacionadas con las Ciencias Espaciales, que frecuentemente son subestimadas o malentendidas. Al invertir en estas áreas, no solo estamos expandiendo nuestros horizontes científicos y tecnológicos, sino también sentando las bases para un futuro más próspero y avanzado para nuestra sociedad.
En lo concerniente a la escatología, serán los estudiosos de este campo quienes orientarán a los creyentes acerca de lo que acontecerá a la humanidad.
