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Honduras
miércoles, abril 24, 2024

Desaforados incendios forestales

No podemos permanecer indiferentes a los grandes daños y fatales como irremediables perjuicios, que se ocasionan a nuestro país, con acciones ilegítimas que se causan a la flora y la fauna, operaciones ilegales y funestas que ciertos grupos de individuos elucubran en sus malos pensamientos e impensables movimientos, con el objeto de mantener un clima de intranquilidad, inseguridad, desarmonía, inconformidad y otras aborrecibles faenas que impactan en la población hondureña.

EL comienzo de un movimiento de cambio para mejorar Honduras ha llegado a manera de un desenvolvimiento gradual y progresivo. Las circunstancias, hechos y motivaciones así lo demandan, procurando reafirmar un verdadero fervor patriótico de lucha incansable por defender nuestros recursos naturales. Es indispensable un nuevo orden de vida, con la finalidad de acomodar las palabras con los hechos, asumiendo una actitud de mejoramiento sin limitaciones o restricciones. El territorio como parte vital del Estado hondureño, está formado por capas que llega a un momento de vegetación superior, donde la floresta y los animales viven tranquilamente, sin temor a ser destruidos, por los diversos enemigos de la naturaleza. La erosión o desgaste del suelo es causada por los incendios, la tala de árboles, la quema de los bosques, arrancan un gran desgaste o deterioro. Por consiguiente, hay que emplear nuevos métodos y tecnología moderna para mantener las raíces de los pastos y hierbas que sirven para cultivar la tierra. Los mecanismos de control son efectivos, evitando los químicos, la basura descompuesta, mismos que combinados con el viento y grandes gases y otros tóxicos, provocan en forma directa o indirecta un daño irreversible. Es importante indicar que principalmente los incendios forestales son causa eficiente y peligrosa cuando individuos o grupos corporativos de poder, estimulan ese frecuente detrimento con el objetivo de satisfacer sus ansias de riqueza y afán desmedido de poder. Las autoridades de Recursos Naturales y de Conservación Forestal, tiene que poner una disposición de mandato y verdadera potestad o imperio. No hay que andar con medias tintas, se tiene que aplicar la ley sin importa quién sea el causante, autor o autores, cómplices o encubridores de los fatales daños a la naturaleza y ambiente.

Distintas circunscripciones territoriales del suelo nacional son objeto de grandes quemas o deflagraciones en el inicio del verano del año 2023.

Los desaforados incendios forestales, se deben evitar con medidas modernas de suspicacia, prevención y confianza.

La Constitución de la Republica de Honduras en su artículo 340 dice dentro de la parte conducente dice: “Se declara de utilidad y necesidad pública, la explotación técnica y racional de los recursos naturales de la nación. la reforestación del país y la conservación de bosques se declara de conveniencia nacional y de interés colectivo”.

La mejor manera de manejar las grandes quemas es advertirlas, es decir, evitar que estas ocurran.

Toda la ciudadanía debe unirse para denunciar a los autores o causantes de las incineraciones, si están ubicados aplicarles todo el peso de la ley, sin contemplaciones.

Es evidente que han pasado décadas y no se castiga a los culpables de la crisis provocada por los incendios forestales que generan erosión o desgaste del variado suelo y de las distintas especies de animales que tenemos.

El futuro de nuestro país, radica en las autoridades y la población, cuando éstas actúan con ayuda mutua, solidaridad, conciliación, amistad desinteresada, apertura democrática, generación de fuentes de ocupación o empleo, y altas dosis de patriotismo.

ERNESTO ALVARDO REINA

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