26.2 C
Honduras
jueves, abril 25, 2024

Cuando usted es todoterreno, le sobrarán caminos

Usted no le puede inyectar pasión a nadie. –Me dijo un día uno de mis jefes–, y me siguió recomendando, puede enseñarles habilidades, puede hacerlos crecer en conocimiento, pero la pasión es algo personal. No puede transferirse.

Se ha dicho y se ha escrito tanto de la pasión, que me permito dar una perspectiva diferente de ello. La disciplina. He podido ver gente que se apasiona con algo (confundiéndolo con emoción) y lo deja todo tirado. Si se fija, cuando se trata de emprender un negocio se enciende una llama, porque comienza a crear escenarios que le gustan. Más dinero. Status. Ser su propio jefe. ¡Claro que le damos un sí a todo eso y nos entusiasmamos! Pero, cuando comienzan las trabas, los problemas.

A lo que me refiero es, si solo nos mueve la pasión, esta no nos bastará para soportar las presiones de lo que queremos lograr.  Le pongo un ejemplo, si por naturaleza no somos buenos para algo, es muy fácil ponernos una etiqueta y convencernos de que sencillamente no servimos para eso.

Si conservamos esta mentalidad de “impotencia aprendida” hasta nuestra edad adulta, cuando no conseguimos algo al primer o segundo intento, creemos que es mejor claudicar. Y nos volvemos frágiles.

Al mínimo obstáculo, nos bloqueamos. ¡Mucho sol! Ese trabajo no es como esperaba. Tengo un supervisor enojado. Muchas trabas y nos bloqueamos. Esto, hasta que no nos queda otra que internalizar ese miedo intenso de ser terribles para algo y no poder hacerlo, hacer un esfuerzo mayor para entender el proceso de crecimiento para alcanzar el éxito.

Un buen ejemplo es cuando los niños pequeños aprenden a caminar. Les cuesta trabajo descubrir la fuerza de sus piernas y evitar tropezarse después de unos cuantos pasos, pero los padres los alientan, en vez de concentrarse en los fracasos.

Si bien no somos niños torpes, el punto es que muchos de nosotros pocas veces nos permitimos experimentar esa positividad y darnos ánimos en las tareas que emprendemos más adelante en nuestra vida.

Un paso importante para cambiar nuestro enfoque con respecto a posibles pasiones nuevas es redefinir el fracaso como el catalizador para cambiar y mejorar, en vez de considerarlo nuestro destino final. Cuando observe a personas exitosas que admira, estúdielas, no solo por sus victorias y logros; también fíjese cómo superaron momentos difíciles, cómo aprendieron e hicieron cambios después de sufrir algún fracaso.

Si comprendemos que el proceso “es la naturaleza de desarrollar intereses y pasiones, lo más probable es que no invalide tu sensación de que esa actividad es tu pasión”. Pero el ingrediente que conlleva a dar más de uno es la disciplina.

Por eso, los llamados todoterreno, encuentran caminos de sobra. No andan viendo si es “cómodo”, andan viendo si hay una posibilidad de lograrlo y la toman. No se fijan si tendrán que pagar un precio. ¡Ya lo tienen presupuestado!

Son determinados pues, aunque tropiecen, están totalmente convencidos que lo lograran. De allí que las personas que los vemos, decimos “esa es una persona apasionada en lo que hace”.

Siempre con una sonrisa. Siempre con buen ánimo. Siempre ayudando a otros. Una persona todoterreno sabe que a la cima nunca se llega solo. Y por eso busca compañeros de viaje. Pero en su maleta, nunca habrá queja, lamento, o victimización.

Los ‘todoterreno’ cuelgan medallas llenas de anécdotas, pues se han abierto paso, donde otros pensaban que nadie lo lograría. ¡Y viven apasionados! Tome la decisión de serlo. No se permita excusas. Y sazone su vida con disciplina. Le garantizo que logrará lo que se proponga.

Por Enrique Zaldívar
2050 Comunicaciones

 

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: