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jueves, abril 25, 2024

Conoce tu lado oscuro

Carl Gustav Jung fue un psiquiatra y psicólogo suizo de lo más reconocido. En sus escritos propone que cada ser humano debe ser capaz de conocerse a sí mismo, menciona que en tiempos antiguos los seres humanos conocían las diversas dimensiones de la sombra, siendo esta, lo inconsciente de la personalidad, rasgos y actitudes negativas que el ser humano no quiere reconocer como propios, sino que se siente más cómodo viendo solo el lado oscuro de los demás, como dirían, viendo la paja del ojo ajeno y no la viga propia. Jung propone que es fundamental que cada ser humano pueda reconocerse a sí mismo, verse quizás como un objeto de estudio personal.

En su libro “El encuentro con la sombra”, menciona que, en el templo de Apolo en Delfos, los sacerdotes grabaron dos preceptos, que han terminado siendo muy famosos y siguen conservando en la actualidad todo su sentido. En el primero de ellos, «Conócete a ti mismo», los sacerdotes aconsejaban: “Conócelo todo sobre ti mismo”, lo cual podría traducirse como “conoce especialmente tu lado oscuro” y es esto lo que hasta cierto punto no siempre estamos dispuestos a hacer. Ya que cuando alguien más logra identificar nuestras debilidades no siempre le damos la razón y en su lugar intentamos explicar o racionalizar nuestra conducta de manera defensiva y comenzamos a atacar los errores de alguien más.

La segunda inscripción cincelada en Delfos, es «Nada en exceso», se trata de una máxima por la que solo puede regirse quien conoce a fondo su lado oscuro, sus debilidades, sus “pecados”, su lujuria, envidia, su orgullo, mezquindad, su rabia, todas sus imperfecciones, en definitiva, ya que solo quien ha comprendido y aceptado sus propios límites puede decidir ordenar y humanizar sus acciones. Jung considera que el único peligro que existe reside en el mismo ser humano. Lo ideal es reconocer que nosotros somos el máximo y único riesgo, pero lamentablemente somos inconscientes de ello. Es necesario identificar de manera responsable, que en nosotros radica el origen de toda posible maldad y digo de manera responsable porque si lo dejamos solamente a nivel de culpa, puede resultar improductiva, la culpa solo es el primer paso para reconocer un error, pero la responsabilidad es tomar la habilidad para responder y es ahí donde debemos llegar todos, hacernos cargo de ir ajustando nuestra vida, si usted ya sabe que es muy dura en el trato con los demás, con responsabilidad personal debe mejorar dicha área. Si usted reconoce que su peor enemigo está a nivel mental, se boicotea todos los planes que hace, entonces también debe tomar cartas en el asunto y frenar tanto pensamiento.

En el momento de tomar la responsabilidad del autoconocimiento debemos trabajar en la recuperación de nuestro lado oscuro, ya que manteniendo una relación correcta y estrecha con lo negativo de nosotros mismos, seremos capaces de poner límites, frenar actitudes y comportamientos, desarrollaremos la inteligencia emocional suficiente para poder controlar los instintos viscerales que cada uno de nosotros tiene,  como señalaba Jung, «la sombra solo resulta peligrosa cuando no le prestamos la debida atención». Escuchando, conociendo, atendiéndonos, podremos encauzar adecuadamente los instintos que irrumpen inesperadamente en nuestra vida cotidiana.

Hagamos esta semana un ejercicio introspectivo, detenido, consciente, que podamos ver de cara nuestro lado oscuro, sus más bajas tendencias, su mal humor, su inestabilidad sexual, su necesidad de apego, su ansiedad, y que pueda ser capaz de escuchar, atender, recuperar, controlar y establecer los límites que usted considere necesarios. Porque una vez que reconocemos nuestras debilidades solo nos queda la opción de mejorarlas.

HEMOS ENCONTRADO AL ENEMIGO, SOMOS NOSOTROS MISMOS.

Walt Kelly.

Por Irazema Ramos, sicóloga.

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