Recientemente asistimos a un foro en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés sobre compliance y corrupción. La parte inicial del evento la desarrolló una oficial de BanColombia que expuso sobre los mecanismos de compliance en ese país y cómo estos han contribuido a una mejor gestión de los riesgos que enfrenta el sector bancario, ofreciendo también una amplia explicación sobre el modelo de las “Tres Líneas de Defensa”. La segunda parte del foro se enfocó en los esfuerzos anticorrupción en nuestro país, con las participaciones de Coordinadora de la ONU en Honduras, los presidentes de la CCIC, Cohep y ASJ. Es importante que ambos temas se hayan desarrollado de manera conjunta pues existe un vínculo íntimo entre la lucha contra la corrupción y el compliance como mecanismo para prevenirla, pues este nace precisamente como respuesta a grandes escándalos de corrupción corporativa y ahora se ha ampliado para incluir actividades públicas.
Sin embargo, una vez concluida la conferencia nos quedó claro, al conversar con algunos asistentes, que el tema del compliance aún no se comprende en toda su dimensión y que se desconocen los beneficios que se pueden obtener al implementarlo, sobre todo porque exige instaurar una cultura de cumplimiento en todos los niveles de las organizaciones. Por ello nos parece oportuno, en esta oportunidad, referirnos a sus beneficios, sobre todo para las empresas como herramienta para lograr un buen gobierno corporativo.
Sin perder de vista que ningún sistema puede eliminar totalmente los riesgos que enfrentan las organizaciones, es oportuno comprender que estos sí se pueden reducir sustancialmente al implementar programas de gestión para disminuir riesgos penales, tributarios, operacionales, ambientales, laborales y ‘reputacionales’, entre muchos otros. Dentro de los marcos internacionales existen estándares que sirven de guía y que ayudan a las organizaciones a implementar sus modelos de compliance y, a su vez, certificarlos, lo que genera un beneficio adicional. En el caso particular de Honduras, el compliance como circunstancia atenuante o eximente de la responsabilidad penal de las personas jurídicas aún no tiene trascendencia pues esto fue suprimido del Código Penal. Sin embargo, existen ventajas que si son pertinentes y que para este articulo limitaremos a tres aspectos: internos, externos y de entorno empresarial.
En el aspecto interno el compliance permite una mejor estructura organizativa y de control, facilitando la detección de malas prácticas de administradores y empleados, mitigando el riesgo de fraude interno al haber mayor vigilancia y generando también un efecto disuasivo. Adicionalmente, genera confianza en los propietarios, trabajadores, inversionistas, proveedores y clientes. Con su implementación también se logra desplegar un sistema eficaz para detectar las múltiples regulaciones a las que pueden estar sometidas la organización y sus actividades. Esta última particularmente importante para empresas que mantienen relaciones comerciales en el extranjero y para las que podrían resultar de obligatorio cumplimiento las leyes de esas jurisdicciones (esto también podría convertirse en una ventaja competitiva).
Desde una perspectiva externa, el compliance permite identificar a las organizaciones que demuestran un compromiso firme con el cumplimiento y el buen gobierno corporativo, mejorando su reputación e imagen y aumentando su valor. También asegura que se trabaja con proveedores que no están expuestos a riesgos que puedan comprometer la imagen, marca o cualquier otro valor intangible. Disminuye de manera significativa los riesgos al operar en mercados extranjeros, ya que los sistemas de gestión de compliance se basan en reglas aceptadas internacionalmente, lo cual aporta un elevado grado de seguridad que la empresa cumple con los requisitos establecidos en los estándares (generalmente mediante evaluaciones externas).
Finalmente, con relación al entorno empresarial, las organizaciones que asumen la cultura de compliance nutren el ecosistema corporativo al sumarle entidades más comprometidas, éticas y transparentes. Se disminuye la inseguridad en las transacciones comerciales, generando confianza en las instituciones y coadyuvando el buen funcionamiento de los mercados. El nivel de compromiso ético y moral que se exige para poder certificar los sistemas de compliance contribuye a que la sociedad pueda construir un ambiente de mayor igualdad y justicia social. A través de WCA Honduras esperamos abrir muchos espacios de discusión sobre el tema del compliance a fin de contribuir a fomentar la cultura de legalidad en Honduras y con ello aportar a la cimentación de una nación más moderna y equitativa.
Por: Rodolfo Dumas Castillo
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