29.1 C
Honduras
viernes, mayo 10, 2024

Súper poderosas

Me encontré por ahí con una fotografía de Lynda Carter y Lindsay Wagner y lo que vi fue una variedad de súper poderes femeninos en una sola imagen. También me trajo recuerdos de mi infancia por allá a mediados de los 80’s cuando acostumbraba a ver a la Mujer Maravilla y a la Mujer Biónica en aquellas series que de alguna u otra manera marcaron a los de mi generación. Desde luego que en mi inocencia infantil yo realmente creía que eran súper poderosas e invencibles. Da gusto saber que en la vida real, ambas, aunque no cuenten con dones extraordinarios como sus personajes, han sabido maximizar sus capacidades y utilizar sus dones femeninos para bien ya que han sobresalido no únicamente en el mundo del cine y la televisión sino también en el de la música, en el de las conferencias, la escritura, las causas sociales y la docencia.
Dejando bien de fuera el feminismo, idea con la que nunca pude simpatizar al igual que con la del machismo ya que me parecen extremistas y enfocadas las dos en hacer de menos al sexo opuesto, con el pretexto de “defender los derechos propios” lo que hacen es promover la competencia y denigrar al otro. Además de infundir en las personas amargura y resentimientos innecesarios, este tipo de ideas impiden que nos auto-realicemos. Carl Jung, psiquiatra suizo y reconocido psicoanalista nos dice que, al no conectar las mujeres con su lado masculino y los hombres con su lado femenino, al negarlo, están dando la espalda a la mitad de su potencial.
Entonces, dejando de fuera todo extremo y al ver a ese par de hermosas féminas, lo que siento es una gran inspiración y alegría de ser mujer. Esa misma alegría la siento cuando veo a las de mi género volverse autónomas, cuando las veo libres de las cadenas que sus familias o la comunidad donde han crecido las han hecho arrastrar por años, cuando se nota que ya entendieron que no es un hombre, ni un hijo, ni un matrimonio lo que las define, que ellas son las que deciden si quieren estas cosas en sus vidas y no la otra gente. Siento un gran regocijo cuando las escucho hablar sobre su independencia económica y sobre todo de su independencia emocional. Es lindo ver que ya entendimos que la única persona a la que podemos controlar es a nosotras mismas y por lo tanto es importante trabajar en esto precisamente, en nuestro autocontrol y autodominio. Una gran satisfacción es la que se siente cuando vemos a chicas de todas las edades que han comenzado a cuidarse y a valerse por ellas mismas. Que hacen de todo por mantenerse saludables, arregladas y bonitas por ellas y para ellas nada más. Cuando hemos aprendido a abrazar la soledad y disfrutarla.
Y sabemos que la disfrutamos cuando ya no tenemos urgencia de llamar o escribirle a nadie, estamos a gusto cuando nos toca estar solas. Es maravilloso saber que ya comprendimos que el sexo opuesto está ahí para acompañarnos cuando se da la ocasión y para compartir con ellos lo que somos y no para que señoreemos sobre ellos. Concuerdo con Mary Shelley cuando asegura: “No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas”.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: