Hay personas que son un sol. Sin conocerlos, muchas veces con unos segundos, tienen tal presencia que le pueden cambiar su día. Igual, a la inversa, hay gente cuya presencia es tan sombría, que hacen el día de lo más nublado y lluvioso. Digo esto, sabiendo que todos tenemos días buenos y días malos.
Déjeme contarle que, si usted está en la vida laboral, o tiene un negocio, esto es algo que deberá saber manejar, pues muchas veces, contamos con pequeños segundos en los cuales, nuestro lenguaje no verbal puede abrirnos o cerrarnos ventas, según lo que transmitamos.
¿Qué irradia usted?, leía en un libro que es sumamente importante para la formación de equipos de trabajo la química. Algo que no necesariamente tiene que ver consus habilidades o destrezas y lo describe como aquello que sienten por usted las personas cuando entra a su habitación. A su espacio.
Le garantizo que un cliente, el cual tiene su empresa, y pasa luchando todos los días con adversidades, problemas y quejas, seguramente se sentirá más dispuesto a trabajar con una persona que irradie optimismo, entusiasmo y disposición.
En las ventas, el entusiasmo es sinónimo de conocimiento, de seguridad. Se vuelve irresistible el producto que usted está ofreciendo si lo hace con mucha energía y hay ese brillo en sus ojos que dice “creo en mi producto” es totalmente lo opuesto a cuando se muestra apático, de pocas palabras y ni quiere hablar del asunto.
Og Mandino, el famoso autor de libros, relata en su creación “El mejor vendedor del mundo” el cómo uno se debe hablar a uno mismo, para proponerse rebatir el rechazo por una sonrisa. La negación, con mucho entusiasmo y perseverancia, la apatía, con una gran dosis de alegría hacia el comprador.
Son cosas que uno mismo debe proponérselo, y ese es el gran desafío. En lo personal, cuando me toca dar capacitaciones, procuro que la gente se sienta en confianza, sepa que pasaremos un momento ameno, y que lo que uno enseñará será de mucho beneficio para ellos. ¿Cómo transmitirlo?, mediante lo que uno irradia.
Si usted quiere ser recomendado, si desea que la gente lo tome en cuenta en las cosas que hará, le recomiendo vestirse de mucha confianza, de demostrar pasión por lo que hace, trabajar en ser coherente pues es importantísima la congruencia entre lo que uno hace y dice. Muestre energía y equilibro, derroche optimismo en lo que haga y sazone con un poco de humor lo que usted haga.
Sé que no es fácil renunciar al derecho de vivir quejándose. Al hecho de estar jugando a la víctima que sabemos esto trae mucha atención, pero las personas despertarán admiración en usted pues le aseguro se preguntarán ¿por qué actúa diferente?
Tengo muchos clientes cuya recomendación pasa por “le dije que con vos sí podría trabajar”. Y eso es mucho, por la personalidad que uno va desarrollando conforme se autodisciplina al abrazar estos valores. Usted se vuelve un imán de personas, pero también de oportunidades.
Inicie el día sabiendo que a la primera persona que debe sonreír es a usted. A la persona que debe entusiasmar primero, es a usted mismo frente al espejo. A quien debe convencer que se puede es a sus pensamientos, porque solo de esa manera usted estará listo para comerse el mundo, si así lo desea.
¡Hoy regresaré a casa con el éxito en mi bolsillo! Dice el libro de Mandino, hoy voy a contagiar a las personas de mi entusiasmo. Hoy todos querrán hacer negocios conmigo. ¡Irrádielos!
