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jueves, mayo 2, 2024

Desafiante generación Z, los primeros nativos digitales

La generación Z es generalmente vista como frágil, le llaman “la de cristal”, quizás sean el reflejo de la evolución del ser humano en lo que se refiere al avance de los derechos humanos, que estimula mucho las libertades del individuo y el deseo de ser y vivir acorde a lo que ellos sienten. A veces esto quizás incomode, pero estas condicionantes no son autoimpuestas por la misma generación Z, más bien, parecen una consecuencia de lo que les ha tocado vivir. Nacidos entre 1990 y la primera década del siglo 21, no hay una fecha exacta, nacieron en la era digital, no conocen un mundo sin Internet, y les parece impensable. Desde muy pequeños están expuestos al uso de la tecnología.

Me parece muy curioso que los principales productores de entretenimiento en Internet, fabricantes de aparatos tecnológicos, pioneros de redes sociales, eviten que sus hijas e hijos se contaminen con el uso de la tecnología durante su niñez, llegando a limitarlo, como en el caso del cofundador de Apple, Steve Jobs.

Pero el resto de la generación Z parece tener libertad absoluta para hacerlo, si no arman un berrinche, así que es más fácil para su entorno mantenerlos ocupados viendo sus juegos en sus dispositivos para evitar estos dramas. Pero, se han dado cuenta de algo con esta generación: son muy buenos descubriendo por sí mismos la tecnología. Saben usar sus aparatos a nivel de expertos y son el referente para sus anticuados padres y colegas de trabajo. Se las saben todas en cuanto al uso.

Los Z tienen su marca preferida, la de la manzanita parece que es la tendencia. Un Android no es suficiente, para ser “cool” y no parecer del montón, pero bien, hasta los millennials sucumben ante esto. Algo les parece mejor porque la usan, pero eso es otra historia, que me recuerda a las batallas de las “colas” en el siglo pasado.

A nivel de usuarios, los Z manejan muy bien ese tipo de tecnología, pero ¿qué hay acerca de sacarle provecho en la escuela? Pues parece que tampoco se quedan atrás a su modo; saben cómo ser autodidactas en lo que necesitan. Les resulta muy aburrido estar largas horas escuchando a un profesor dando una explicación; algunos ni se asoman a las clases, prefieren verlas grabadas. En universidades como Harvard, no es ni siquiera obligatorio ir a la mayoría de las clases, solo deben cumplir con sus asignaciones y tareas.

Los Z quieren todo ya, ¿por qué esperar tanto para tener todos esos aparatos tecnológicos? Algunos cuestan más dinero que una refrigeradora o una estufa, los Z tienen más acceso a la tecnología que cualquier otra generación, para ellos es algo natural, son nativos digitales, no conocen el mundo sin Internet. Claro está, los chicos y chicas de clase media para arriba son los más aventajados, pero son ellos quienes se supone serán los relevos generacionales en la pirámide laboral, pero al parecer no están muy interesados.

Los Z, siempre tecnológicos y sensibles, no les gusta que nadie les perturbe su existencia, no aguantan una “gritadita” o una “mala mirada” de un jefe o maestro, son sensibles, pero cuando ellos explotan,apártense, sacan lo que llevan dentro, pero creen en las terapias, en los sicoterapeutas, en el yoga, el “mindfulness”, son capaces de perdonar y seguir adelante. Se dan a respetar a su manera, tener un trabajo es un medio, no un fin para ellos. Quizás la mayor rebeldía que ha visto un baby boomer o un millennial. Los Z que han nacido con mayores privilegios que sus progenitores hasta cierto punto, se dan cuenta de que quizás nunca puedan tener una casa propia, al menos que les hereden la de sus padres. Los créditos a 30 años no son para ellos, que quieren emprender negocios que les generen más por menos horas de trabajo y donde ellos sean sus propios jefes.

Quizás sea un poco de utopía, pero veremos qué sucede con los Z, si esto que están viviendo en un entorno completamente tecnológico es el futuro para el cual ya están preparados y serán los pioneros de una nueva forma de vida que depende del Internet de las cosas al 100 %.

 

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