Son muchos años ya preparando campañas y estrategias para realizar durante el mes de octubre. Conozco muchos clientes, muy identificados y comprometidos con la causa, e incluso instituciones nacionales que en verdad hacen todo un esfuerzo porque en este mes se pueda crear conciencia de la batalla que se está librando contra el cáncer de seno.
Y durante todo este proceso, hay mucho aprendizaje y muchas lecciones que me permito compartir, haciendo honor a esta causa. Lo primero es que hay enemigos a vencer antes del mismo cáncer. Uno de ellos es el temor. Conozco instituciones que con mucho esfuerzo realizan actividades para poder generar fondos y así poder costear mamografías, las cuales obsequian a muchas mujeres, que lastimosamente, no son llevadas a cabo.
Sobre todo, en las damas con escasos recursos o bajo nivel educativo que prefieren “No saber” para no tener que cargar con ello, o simplemente se suman al dicho popular “Igual de algo nos iremos todos”. Creo que hacerse una mamografía debería ser una lucha entre familias, amigos y conocidos que incentiven e inviten a las mujeres en edad de riesgo a hacérsela.
Es la única manera en que podrán vencer ese temor, ya que incluso temen que las familias sufran en caso de que se les detecte algo. La lucha contra el cáncer de seno no es única y exclusiva de la mujer. Piénselo, todos tenemos y conocemos alguien amado que libró o está librando esta lucha.
En lo personal, conozco muchísimas mujeres valientes, de todo rubro, familiares y conocidas, que han dado batalla para poder librarse de este mal. Y aunque ejemplos hay por montón, aún muchas mujeres por temor no se realizan una. Lo segundo, me parece que es la indiferencia. La Funhocam, (Fundación Hondureña contra el Cáncer de Mama) y la misma Liga contra el Cáncer revelan que hay un promedio de cinco mil casos nuevos por año, desde el 2021, que se detectan en nuestro país. ¡Cuántas luchas silenciosas! ¡Cuántos hogares que les toca ver cómo a su familiar le toca comenzar un tratamiento o una mastectomía! Ninguna de ellas en portada, ninguna de ellas en el foco de atención, simplemente librando la lucha.
Y es que, a todas luces, la respuesta más sensata es la detección temprana. ¡Por eso las campañas! Es como si alguien advirtiera de un peligro y por fin, ante tal indiferencia, entrara en razón y volteara a ver de qué se trata lo que se le está advirtiendo. La pregunta inicial, sobre si estaremos ganando la batalla.
Yo digo sí. Hay mucha más conciencia. Mucho más conocimiento. Y mucha más prevención. Pero esta es una guerra a cuartel donde se deben ganar muchas batallas y lastimosamente perder algunas, pues conozco casos en que también ha habido guerreras caídas. La cual se vuelve un ángel que estimula la lucha.
Octubre rosa debe volverse algo que todos deberíamos involucrarnos y compartir, y fortalecer con apoyo a todas las instituciones que desde ya tienen pensado un sinnúmero de actividades para sembrar un mismo mensaje: “La detección temprana es lo que puede salvar una vida” Y si se pregunta ¿Cuál puede ser su rol en todo esto? Yo le diría actuar. Si es mujer, ¡hágase una mamografía ya! Y si usted es hombre, sepa que esta es una lucha de todos. Apoye a su pareja, a su madre, a sus familiares para que sin temor puedan hacerse el examen, mínimo una vez al año. Para que así puedan salir de dudas.
¡Adelante guerreras incansables! Que estoy seguro, la victoria está de su lado.