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jueves, mayo 2, 2024

Narcopolíticos

Esta contribución a la generación de ideas y debates en pro de una mejor república, me surgió por las declaraciones del expresidente Porfirio Lobo Sosa. Se vuelve a sentir agredido, y como una persona con sensibilidad baja y una alta propensión a hablar, manifestó cosas que yo no puedo ignorar. Sabemos que el narcotráfico se incrustó en el país con Ramón Mata Ballesteros, y para que él llegara a ser la mano derecha, tanto de Pablo Escobar como del Miguel Ángel Gallardo Félix en la región centroamericana, quiere decir que tenía ratos de andar en eso, ¡años!

El narcotráfico no puede subsistir si no compra policías de bajo rango, oficiales, fiscales, jueces, magistrados y principalmente políticos, desde alcaldes hasta el mismo presidente del país, pasando por ministros de Seguridad, jefes de las FF.AA., y diputados. Eso es así, ya no hay duda de eso.

Solo es cuando los EE.UU. empieza a quitarles la visa a los políticos y éstos lloran por no poder ir a Miami a comprar los estrenos de Navidad, a Los Ángeles a ver a Mickey Mouse, a tomarse fotos al Central Park, es que reaccionan.

El narcotráfico viene desde los 80 y solo fue desarrollándose con paciencia, orgánicamente. No es culpa de ningún gobierno, es culpa de todos. Así, suavecito, con perfil bajo, hasta que en el 2010 convirtió a Honduras en una nueva Medellín, en particular a San Pedro Sula.

Ahora Pepe Lobo, que es bueno para escupir veneno cuando lo puyan, ahora ha soltado la copa hirviendo de que con Mel Zelaya el narcotráfico estuvo peor que con JOH. NO es cierto, el narcotráfico ya estaba enraizado en Honduras desde hacía años, pero don Pepe se cree muy patriota, ¿por qué no lo dijo antes? Y, en todo caso ¿de qué le sirve decirlo ahora?

Como es muy típico de su carácter voluble y mandón, ya empezó a despotricar para todos lados, incluso con el fiscal que, si bien ya se tiñó de refundidor, fue tan valiente como ningún otro para denunciar actos de corrupción, los cuales, obviamente, mancharon al olanchano hasta la coronilla.

Lo que no me gusta es ese carácter veleidoso de don Pepe Lobo, el hombre que pasó sonriendo toda su Presidencia, mientras el país se estancaba, y si bien se le agradece que haya recuperado el reconocimiento de la comunidad internacional, por lo demás no hizo nada, tanto así que dejó crecer al monstruo en que se convertiría JOH y, en consecuencia, es cómplice, sino padrino, de los desastres que hizo aquél con la democracia, el sistema republicano, el erario público.

No entiendo de dónde le sale el garbo a Pepe Lobo para ahora venir a querer investirse de prócer de la patria, sobre todo cuando tiene un hijo preso por narco. ¿Cómo es que el hombre más informado del país no supo que su hijo traficaba con droga? Inconcebible.

Pero bien, valga la nueva pataleta de este personaje tan característico de nuestra clase política, como para enfilar ahora los cañones a otro olanchano, el dolor de cabeza de Honduras.

Su ignorancia crasa sobre ciencias políticas, su total incapacidad para administrar una empresa tan grande como el Estado y su manía de creer que sus ocurrencias son agudas, chistosas, geniales, lo hacen insoportable y es la piedra en el zapato de la presidente. (Hablo de Mel).

Regresando al tema del narcotráfico, en el tiempo que José Zelaya desgobernó el país, el Departamento de Estado junto con la DEA publicaron un gráfico de la cantidad de avionetas que salían de la narcodictadura chavista. Era escalofriante ver la imagen: el cielo teñido de rojo, color con el cual se pintaba el recorrido de las narcoavionetas. El señor Zelaya abrió los cielos y cedió la tierra de la nación para que su adorado Hugo Chávez mandara todas las aeronaves cargadas de droga que se le antojaran. Pero no, los fanáticos decían que era falso, un invento de los gringos para desprestigiar al gobierno del José Manuel.

Los amigos de Catacamas nos comentaban entonces, y también después, que las avionetas pasaban sobre sus cabezas a cada rato. Yo me pregunto, ¿tan sumisas pueden ser las FF.AA., que nadie dijo nada? No, al contrario, algunos de sus miembros (pocos, no todos) así como también de la Policía Nacional (también pocos, no todos) se metieron más bien al negocio.

¿Cuántas leyes para endurecer las sanciones contra el narcotráfico se emitieron en tiempo de Mel Zelaya? Ni una. ¿Cuántos capos fueron apresados? Ninguno.

No nos olvidemos que, en al menos un documento oficial, su hermano, Carlos Zelaya, fue mencionado como un narco activo. Y allí se aplica la cantaleta que esgrimían contra JOH en relación a Tony Hernández, “¿Cómo no se iba a dar cuenta que su hermano andaba en esas cosas?” Bueno, para los Zelaya, en particular, pero para los de Libre en general, allí una cucharada de su propio chocolate.

Pepe Lobo no es quién para venir a darse baños de pureza, pero no está de más que les restriegue en la cara a los Zelaya y a los zelayistas algo que ya sabíamos.

No nos engañan, sabemos quiénes son, y sabemos qué hacen y qué pretenden y ojalá.

Ojalá la gente, a la hora de votar, no se les olvide que este ha sido el gran engaño en la política nacional. El mayor fraude: no solo mienten, no solo tergiversan la realidad, no solo son unos totales incompetentes y una chusma barriobajera que pasa insultando en las redes, sino que además tienen antecedentes de actividades ilegales.

La pregunta es para este pobre pueblo, ¡Oh!, ¿y ahora, quién podrá defendernos.

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