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jueves, mayo 2, 2024

Migración y biometría

El Gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, ha sorprendido a todos con la medida de mandar a colocar alambre de púas a lo largo de 48 km de la frontera sur del Estado. Una “medida radical” para frenar la migración ilegal en aquella zona limítrofe. El problema migratorio en el norte es complejo y no se está tratando en su origen. Esta medida es otra consecuencia más de este mal diagnosticado embolado. Argumenta el Gobernador que la medida es necesaria para frenar la migración ilegal, el tráfico de fentanilo y de drogas… y ha declarado “el estado de emergencia migratoria” … Olvida que no todos los que emigran lo hacen para traficar… la migración económica también existe.

El control de las fronteras es una obligación soberana, pero ¿hasta dónde debe llegar la verificación de migrantes y ciudadanos?  ¡Pues hasta donde el ciudadano lo permita!… Hay una serie de medidas tecnológicas impulsadas por los gobiernos del mundo para frenar la migración ilegal… y no olvidemos que el control migratorio viene precedido por la “seguridad”.

Para tener “más seguridad” hay que restringir derechos y libertades a través del control ciudadano y la biometría es fundamental para controlar las fronteras. El objetivo es tener espacios inteligentes y seguros donde el control biométrico es el medio. Medir, escanear, vigilar, y registrar las características “únicas” del individuo es la tarea del control biométrico; para luego cruzar esa información con gigantescas bases de datos.

La huella digital es otra medida biométrica: primero fue la huella del dedo pulgar, luego el índice, después la mano derecha y hoy las dos manos…más información, más datos… ¿necesario o excesivo? … usted lo decide… ¿más seguridad? … quizás.

El reconocimiento del iris del ojo es otra forma de identificación biométrica: es un método que parte de la premisa que ningún ojo es igual a otro, la huella del ojo derecho y la huella del ojo izquierdo son diferentes, de la misma forma, el ojo de una persona es diferente al de otra, no existen dos ojos iguales, por su certeza; se dice es más fiable que una prueba de ADN…

Todos estos rasgos biométricos son “datos de carácter personal”, en algunas partes del mundo la protección es real y en otros es meramente testimonial. La protección muchas veces se deja al consentimiento de las personas… en ese sentido, Europa tiene un Reglamento Europeo de Protección de datos (REPD) y en España existe una ley orgánica de protección de datos y garantía de derechos digitales creada para proteger los derechos ciudadanos. Los migrantes deben confiar, en que nadie “juegue” con sus datos personales.

Para cerrar el círculo biometría, tecnología y seguridad, ahora se echa mano de la Inteligencia Artificial para complementar a los registros de datos. El reconocimiento facial, la supervisión de movimientos y la recopilación de información, son mecanismos “inmejorables” para abordar los grandes desafíos mundiales de seguridad como son: el terrorismo, tráfico de personas y de drogas.

Antes de aceptar a secas el uso de la I.A., hay que hacer algunas consideraciones: a) La supervisión humana debe estar presente en todos sus procesos, b) la seguridad técnica, la privacidad y la protección de datos no pueden omitir la supervisión humana c) el hombre debe ser garante de los derechos de las personas en movimiento, no la I.A.

Las redes sociales, teléfonos, correos electrónicos también son otros elementos de control en los pasos migratorios. Llegar a Estados Unidos de América y que un funcionario de migración solicite su teléfono, contraseñas y revise sus redes sociales… es una realidad… si esto ¿es legal o ilegal?, es una discusión que dejaremos para otro momento. No hay duda, que cada día que pasa se limita más nuestra privacidad.

La identidad digital es otra forma de control biométrico. Disponer de un documento electrónico indubitado en la red, como puede ser un pasaporte o un documento de identidad cargados con datos personales, profesionales y de seguridad social; es un paso más en el control tecnológico al que estamos sometidos.

A estas medidas estamos sujetos todos los viajeros, migrantes o ciudadanos… Estas disposiciones pretenden “brindar más seguridad” y limitar la migración de las personas que viven en los países en vías de desarrollo a aquellos desarrollados; el control migratorio aumenta.

Ahora bien, los derechos de los ciudadanos ¿quién los custodia? En concreto, los derechos a la intimidad y a la privacidad. ¿Hasta dónde autorizamos a un país a entrar en nuestra intimidad? ¿Cómo debe resguardar un Estado los datos personales e íntimos? Estas preguntas… no tienen fácil respuesta… pero, en la práctica…se escucha que… ¡el estado receptor de migración, cuidará de tus datos personales e intimidad con responsabilidad! Al margen de estas declaraciones, muy pocos están interesados en debatir sobre la protección de derechos y les convence más la idea de seguridad.

Volviendo a Texas, algunos especialistas dicen que estamos cerca de una guerra civil (ojalá se equivoquen) y una de las posibles causas de ésta es la pésima gestión de la migración, tanto en origen como en destino. El problema migratorio es mayúsculo y siempre se habla de las consecuencias y jamás de las causas, es un problema estructural de todos los países involucrados en el proceso. Se deben atacar las causas de la migración y no solamente sus consecuencias. Ninguna tecnología será suficiente para frenar la migración ilegal; si no se busca una solución integral de ésta.

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