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sábado, mayo 4, 2024

La reunión con Francisco

El próximo jueves 20 de octubre, es decir, de mañana en ocho días, se reunirán en audiencia oficial, en la Santa Sede, en el Vaticano, la presidente de Zelaya con el papa Francisco. Si bien se ha publicado someramente la agenda a discutir entre ambos jefes de Estado, en función de la cooperación bilateral. Siendo al Vicario de Cristo, seguramente la conversación tendrá el componente espiritual y la presidente recibirá del papa la exhortación a cuidar de su pueblo, de un rebaño que actualmente parecen ovejas sin pastor, donde los verdes prados no se ven pues están pletóricos de lodo y destrucción, no solamente física, también la decadencia moral de la población donde la vida ya no quiere ser respetada por algunos malos e incluso se les da apertura con el pretexto de exigir derechos a grupos abortistas, grupos de personas que se perciben de diferente sexo promoviendo la implosión social del matrimonio gay.

La presidente de Zelaya deberá tener en su mente los preceptos católicos, los dogmas, cosas que no son negociables ya que esas prebendas plenas de alcahuetería electorera son obstáculos para que el mensaje del Evangelio llegue verdaderamente al corazón de los hondureños, con esas concesiones e incluso rabietas de algunos funcionarios disfuncionales lo que se logra más bien es la desconfianza entre sus pariguales, allí es donde la presidente deberá poner su alma, vida y corazón y , anteponiendo primero a su familia, ella debe ya darse por enterada que su ejercicio deberá ser más dinámico, y al menos, dentro de lo que cabe, en el caso de las actuales lluvias, el Gobierno ha funcionado como se debe  y no hay reproche ni señalamiento alguno, aunque no se puede cubrir todo al mismo tiempo, pero sí ha funcionado el sistema de alertas y prevención, por ejemplo.

Visitar a un papa no es cosa de todos los días, la agenda de todo jefe de Estado es apretadísima y qué bueno para Honduras que reciba a quien nos representa a todos para que el pueblo reciba las bendiciones de Dios, viendo la bendición como un compromiso a la conversión del corazón del hondureño, en especial de aquellos que hacen daño, de los corruptos a todo nivel, para que se sepa que siempre hasta el más perverso tiene perdón divino, y esa metanoia les empujará a resarcir en parte, o totalmente, el daño hecho y emprender un nuevo camino para hacer el bien.

Siendo así, esperamos que los encargados no fallen a los protocolos, que son estrictos, desde la puntualidad y todo lo que implique. La presidente deberá poner en claro además su fe, al ser una persona pública y no se puede jugar con dos bandos, como lo dijo en su momento su asesor al manifestar “que en Casa Presidencial se oyen pasos y que se hizo un sahumerio en un acto de brujería para ahuyentar esos fantasmas”. Pareciera broma o que no viene al caso, pero dice la sabiduría popular que quien juega con fuego, se quema.

A pesar de lo que sea, nos alegra mucho la visita que ha de realizar, más allá de lo ideológico sabiendo que el papa tiene pensamiento de izquierda, sin embargo, al tener la investidura papal eso es lo de menos, que Dios bendiga a la presidente y que le lleve el mensaje al papa de un pueblo que está sufriendo muchísimo y que su viaje sea con bien y con un retorno feliz.

EditorialLa reunión con Francisco

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