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miércoles, mayo 8, 2024

La Ley del Holgazán

Dijo alguna vez el cantautor y filósofo Facundo Cabral que “para vivir mejor hay que ser mejor”. En estos días se ha levantado la polémica de siempre acerca de tener o no feriados que, por cierto, no están avalados en esta oportunidad, por la ley. Se trata de “tomarse”
un día extra que es el lunes siguiente de las respectivas fiestas de Navidad y Año Nuevo. Ese esquema mental de andar requiriendo de donde no hay no tiene sentido y más en un país como el nuestro que se debate en los estertores de la muerte institucional debido a que nada funciona y si acaso algo llega a funcionar lo hace a paso pero lento, lentísimo.

Esa es la teología del barzón, del que exige, pero no le gusta cumplir viendo que ahora mismo está haciendo su re debut la pandemia de la COVID-19, con la amenaza eterna del dengue y otras enfermedades vectoriales y encima de eso nos estamos jugando el futuro, la vida misma, con el tema de la elección de los magistrados a la Corte Suprema de Justicia.

Es duro y descorazonador ver que un empresario nuevo, que ha puesto todo su esfuerzo,
toda la carne al asador, le tengan que salir empleados a exigir feriados cuando más bien podrían convertirse eso en una ventaja para ganar competitividad y obtener más ingresos mientras los demás duermen, como la fábula de la hormiga y la cigarra.

Ya el Consejo Hondureño de le Empresa Privada determinó que se debe trabajar, pero claro, hablamos de la empresa privada, no así la pública que ha decidido otorgar al que quiera ese feriado, lo terrible es que todos lo quieren. Es un asunto de ida y vuelta o más bien es un círculo vicioso.

De ese modo jamás vamos a salir adelante con tanta queja que existe. Todos nos quejamos de todos porque simplemente no estamos donde deberíamos y mucho menos haciendo lo que debemos. De esto sobran ejemplos, para el caso de cómo se ha seguido manejando el asunto de los restos y desperdicios que lanza el río Motagua hacia nuestras playas, de cómo va la situación del encendido de las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 911, de los trámites simples de algún embargo o demanda por alimentos en nuestros juzgados, o del pago de las deudas de alguna alcaldía municipal con sus proveedores.

Es un verdadero viacrucis en plena época navideña, lo cual resulta contradictorio, y ya no podemos seguir así.

EditorialLa Ley del Holgazán

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