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domingo, julio 13, 2025

La batalla contra el narcotráfico

Comencemos reconociendo que es casi imposible ganar; el dinero de este negocio es demasiado y, como ya hemos visto, tiene capacidad para comprar casi cualquier conciencia.

A veces, inclusive, es posible que “compre” conciencias sin que éstas se den perfecta cuenta de lo que está sucediendo. ¿Cómo? Supongamos que un amigo -empresario o político- nos ayuda con un empleo para nosotros o un pariente.

Si acaso este amigo se ve comprometido en actos ilícitos, ¿nos vamos a ir contra él? Dejamos pasar lo que se rumora y aplicamos el “ojos que no ven no se dan cuenta” y listo, seguimos en lo mismo, indirectamente apoyando el narcotráfico, no es cierto?

Todos los que trabajaron en el gobierno anterior sabían lo que el jefe de todos los jefes estaba haciendo? Posiblemente no, esa es la verdad.

Pero, de haberlo sabido, la mayoría hubiera renunciado a sus cargos? Esa simple pregunta nos demuestra que el narco es casi imbatible, sobre todo por la gran afición que muchísima gente tiene por las drogas.

Eso me lleva a la siguiente pregunta: Los grandes narcotraficantes, los intermediarios y los del narcomenudeo, son los primeros responsables del problema de las drogas?

La verdad es que no, el primer responsable es el consumidor, si no hubiera clientes no habría producto. Para dar una idea de lo anterior pensemos lo siguiente: ¿Cuántos fabricantes de refrescos dulces embotellados hechos a base de cangrejos hay en el mundo? Ni uno (creo que serían horribles, cómo se llamarían Cangrecola?) y la razón es la misma; no hay clientes, no hay mercado, no hay fabricantes.

Creo que el combate a los grandes fabricantes y comerciantes de las drogas ilegales es importante. Pero, si existiera una manera de reducir el mercado (menos clientes) con seguridad el negocio dejaría de ser tan atractivo.

Singapur (que parece ser un ejemplo para casi todo) es uno de los países con menos problemas de drogas y narcotráfico. Recientemente ejecutaron a una mujer por la posesión de 30 gramos de coca, no muchos ahí se animan a entrarle al negocio.

Aquí, donde estamos tan lejos de la magnífica organización de ese país como en distancia en kilómetros, ni siquiera podemos soñar con algo así pero hay algunas cosas que podríamos hacer para tratar de reducir el consumo y, con eso, los crímenes relacionados con el narco.

Por ejemplo: Será muy difícil efectuar una prueba de consumo de drogas a los que solicitan licencia para conducir autos, camiones y motos por primera vez y renovación? Sobre esa línea de pensamiento, se podría exigir lo mismo para las inscripciones en el Seguro Social? ¿Qué tal para abrir una cuenta de banco? Cédula de identidad, pasaporte; el Estado tiene la sartén por el mango, puede exigir los requisitos que desee.

¿Matrícula en las universidades públicas y privadas así como colegios de educación secundaria? Vaya, verdad que no suena tan difícil?

Una prueba de consumo a los que ingresan al país por avión, tierra o barco, ¿verdad que con un poco de esfuerzo y mucha voluntad se podría lograr todo eso?

Poco después de la pandemia era requisito el certificado de vacuna contra el Covid 19, no es cierto? Yo sé que no es lo mismo “verla venir que platicar con ella” según dice la sabiduría popular y posiblemente tiene razón, pero se podría hacer el intento, empezar con lo más sencillo; lo de las licencias de conducir y los aeropuertos. Si se logra algo por ahí se podría avanzar hacia la obtención de pasaportes, registro en el Seguro Social, matrícula en colegios y universidades públicas y privadas, aspirantes a cargos de elección, etc.

Ya sé lo que está pensando; aplicar medidas así permitiría el crecimiento de la micro corrupción (los agentes encargados de controlar todo eso, como ocurre con algunas infracciones de tránsito con las mordidas), pero no podemos rendirnos antes de empezar la prueba.

Claro que va a haber más micro corrupción, pero ya tenemos macro corrupción que me parece es peor ya que ésta viene desde los círculos de poder, como lo hemos comprobado (con ayuda de la DEA, solos no podemos, en eso estoy claro).

Así como se hacen pruebas de alcoholemia con un aparato especial, también existen pruebas de sangre, orina, cabello, sudor, uñas y aliento para drogas, rápidas y no muy caras, además el cliente pagaría por ellas, no habría costo para el Estado, no puede ser tan difícil.

Y, aunque lo fuera, creo que es importante hacerlo antes de que las cosas empeoren (ya se salieron de control, que conste) pero hay que hacer la lucha. Si se reduce el mercado (los consumidores) es lógico que de una manera proporcional se reducirán todos los delitos y problemas relacionados. Creo que estaría entre los buenos temas para la venidera campaña política. ¿De verdad interesa a todos combatir el narco?

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