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Honduras
sábado, abril 20, 2024

La agenda de muerte de la ONU

Allí es “donde la mula botó a Genaro”. Es innegable que el balance del poder político que yace en el Congreso Nacional es vital para lo cotidiano de los hondureños cuando, en especial, la mayoría de parlamentarios estén a favor de la vida. La Organización de las Naciones Unidas, que más parece un club de contratantes de sicarios cuando pide con lenguaje edulcorado al Gobierno de Honduras que despenalice el aborto. Ellos argumentan la defensa de los derechos de la mujer, en función de decidir sobre su propio cuerpo, pero no nos dicen que para que tengan esa “dignidad” tengan que asesinar el cuerpo de otro ser humano independiente en su personalidad (pero aún no biológicamente en ese estado de gestación), carácter, información genética e identidad.

Le llaman al aborto (entiéndase como asesinato de un no nacido) con el eufemismo de “interrupción del embarazo”, cuando tal término significa que, después, se puede reanudar un evento, cosa que no ocurre con el despedazar al propio hijo dentro del propio vientre. Esa es la fraseología que se emplea y hay que decírselos de frente, sin ambages ni ningún tipo de vergüenza para que pese más sobre la desvergüenza de ellos de andar pidiendo tal genocidio.

Los caprichos los disfrazan de “derechos”, pero ¿y los derechos de los inocentes?, ¿los derechos de la niñez?, ¿de los mayores de edad?, ¿dónde está la defensa de la salud de la mujer en función del cáncer de mama?, ¿dónde están los derechos defendidos de las mujeres que son vejadas y asesinadas impunemente en Honduras?, ¿dónde están las defensas de los derechos de los hermanos indígenas autóctonos y de los garífunas?, ¿y los derechos defendidos de los usuarios de los buses rapiditos?, ¿dónde quedan los derechos a defender de periodistas y comunicadores?

Sabemos que desde el punto de vista están los dilemas éticos en estos casos como enfermedades o riesgos de muerte de ambos, el médico que asume la actitud a favor de la vida, simplemente no cae, al igual que la madre, en estas categorías malsanas, es simple cuestión de principios y valores a favor de la vida, con independencia de las decisiones que se tomen. Y que conste que no estamos apelando a los asuntos de la fe, ya que nos llevaría escribir libros enteros para dilucidar el asunto. Una cosa es que esté de moda algo, como el color de una camisa, o una comida de temporada, pero de eso a la estupidez de asesinar con patente de corso a un ser indefenso, eso no podemos callarlo, la sociedad pronto deberá reaccionar ante esas sutiles avanzadas donde dictan cómo debemos vivir para que no salgamos del subdesarrollo.

De este modo, los diputados deberán estar atentos ante semejante asalto de muerte contra los mismos hondureños del futuro, nos quieren asesinar el presente con cargos de conciencia y desequilibrios mentales que el aborto produce en la mujer, cosa documentada científicamente. Parafraseando a un presidente de un país vecino, sería mejor que esos países desde donde salen esas majaderías y que han logrado un nivel de desarrollo mejor que el nuestro, mejor que nos enseñen a vivir como ellos lo hacen para ser desarrollados, pero que no nos digan cómo debemos vivir para jamás salir de la trampa del crimen, pobreza corrupción y subdesarrollo y nos sigan viendo la cara para sus sórdidos experimentos sociales como si los hondureños fuésemos ratas.

EditorialLa agenda de muerte de la ONU

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