26.2 C
Honduras
jueves, mayo 2, 2024

Indias, indianos y sueño americano (1835 -1920)

Originalmente el nombre “indias occidentales” fue utilizado por los conquistadores para las nuevas posesiones europeas en los territorios descubiertos y por descubrir en América, desde la llegada de Cristóbal Colón en 1492. El almirante genovés desconocía que en su viaje había llegado a otro continente y no a las Indias. El termino surge por contraposición al de indias orientales, que correspondía a las islas de Asia oriental. En este contexto, durante la conquista del nuevo mundo se dio el mestizaje de culturas, tres siglos de historias y, entre tantas, surgen las historias de los indianos.

El fenómeno indiano aconteció a partir del primer tercio del siglo XIX hasta inicios del XX; después de la independencia regional de 1821. Estos migrantes peninsulares, llegados a las indias occidentales (hoy islas del Caribe) hicieron fortuna y, a su retorno al lugar de origen, llevaron prosperidad y desarrollo. Ellos representaban al migrante hispano exitoso, que volvía a casa victorioso y rico. Primero surgió el concepto “las indias occidentales” y luego como consecuencia lógica derivada de éste, el término indiano. El término coloquial se relaciona con esa persona que regresaba a España enriquecida y con mejor fortuna que la llevada, esto le permitía escalar socialmente en una sociedad estamental en donde “casi todo” estaba condicionado por el apellido y la posición social. Lo “indiano” era la novedad.

La mayoría de los indianos provenían de Asturias, Galicia, Cantabria, País Vasco, Cataluña y Canarias; atravesaban el Océano Atlántico para “hacer las Américas”, así se entendía la odisea que emprendían los migrantes en su esfuerzo por dejar España para buscar mejor fortuna en el nuevo continente.

Los indianos que lograron atesorar fortunas y decidieron volver a sus pueblos de origen procuraron adquirir algún título de nobleza, compraban y restauraban antiguas casonas y pazos, también construyeron o rehabilitaron palacios o palacetes, para dejar patente su huella utilizaban el estilo colonial o uno propio ecléctico muy reconocible. Las obras urbanas construidas por estos migrantes pasaron a conocerse como casas de indianos. Muchos indianos hicieron fortuna con productos y servicios como tabaco, café, azúcar, la trata de esclavos y la explotación minera, los lucrativos negocios de aquel nuevo mundo. Grandes fortunas españolas tienen su origen en estos emprendimientos.

Ciudades como Barcelona, La Coruña, Oviedo, entre otras, le deben mucho a lo aportado por los indianos. Salieron de sus pueblos con lo justo para regresar opulentos, representaban ¡el sueño americano hecho realidad! El arquetipo del indiano era el de un señor con sombrero tipo panamá, chaleco blanco, un habano en la boca, un gran coche y la casa más grande y ostentosa del pueblo, decorada con plantas provenientes del nuevo mundo, un nuevo rico.

Algunos indianos famosos son Antonio López y López, banquero, empresario y senador de origen catalán, marqués de Comillas, amasó fortuna con la trata de esclavos, adquirió el marquesado por gracia del rey Alfonso XII en 1878. José Cánovas del Castillo un banquero originario de Alicante, que hizo fortuna en Cuba, propietario de haciendas y opositor a la abolición de la esclavitud (partido negrero) recibió del rey Alfonso XII el título nobiliario de primer conde del Castillo de Cuba. Ramón Argüelles Alonso primer marqués de Argüelles, conocido como “el rey de los ferrocarriles cubanos”, tuvo intereses en el sector ferroviario y en el bancario, pero consolidó su fortuna gracias al tabaco, poseía grandes haciendas en vuelta abajo Pinar del Río, Cuba. Manuel Ibáñez Posada, empresario que dejó su huella en México y Cuba donde desarrollo el sistema financiero y la industria textil de estos países, a su regreso a España fundaría el Banco de Gijón. Facundo Bacardí tuvo mucho reconocimiento empresarial tanto en Cuba como en Sitges, Barcelona, de donde era originario. Facundo estaba arruinado a mediados de 1840 pero emprendió nuevamente en 1852 dando con la fórmula de destilación del ron, desarrollando y posicionando la marca “Bacardí”.

Los indianos no solo contribuyeron al desarrollo de la economía del país de destino, también fundaron escuelas, hospitales, empresas mercantiles y ciudades en origen. Mencionaré algunas obras indianas importantes en España: en Barcelona el Palacio Güell, la Colonia Güell y el Parque Güell, todas obras de Antonio Gaudí, pilares del Modernismo que no pueden entenderse sin América. En Vigo, la Escuela de Artes y Oficios, una suntuosa construcción indiana que puede confundirse con un palacio. La Quinta Guadalupe, construida en la localidad de Colombres en el año 1906 por Íñigo Noriega Laso, un empresario terrateniente que hizo fortuna en México; acoge hoy la Fundación Archivo de Indianos (Museo de la Emigración) y en ella se muestran documentos, fotografías y objetos relacionados con la emigración asturiana y española en América. Un museo, que pretende ser un homenaje a la emigración, pero también a la solidaridad creada entre emigrantes.

Hay que recordar que la historia es eso, historia y la cuentan los vencedores… los indianos son un fenómeno producto de la conquista de América, que dejaron un legado importante en las comunidades de origen y de destino, ahora me pregunto: ¿dónde está el reconocimiento y la aportación social de aquellos migrantes que hoy buscan el sueño americano? Ellos también buscan fortuna en el norte al igual que los indianos. En Hispanoamérica siempre se ha emigrado, siempre se han cruzado las fronteras para buscar “el sueño”, muchos lo materializan, otros no. ¡la búsqueda del sueño americano existe desde siempre y perdura hasta nuestros días!

- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: