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viernes, mayo 3, 2024

El eclipse

Sí compa, me dijo, andamos como palo de gallinero, todos mustios por el bendito eclipse, si mi tío hasta fue a misa y se confesó, se imagina cómo andará, me dijo, acompañado de una carcajada fresca, como gaseosa con hielo. Aquí todos andamos de moco caído por el bendito eclipse, yo que apenas entiendo que la O es redonda, sé que tiene que ver con que la luna tapa el sol o algo así, me dijo mi vieja que es más leída, nada de demonios que nos chuparán el alma, nada de que vamos a tener tres días solo de noche y que tampoco vendrán los marcianos, eso yo lo sé. Pero la gente inventa, si hasta salió en el periódico que habría clases normales, pucha compa, eso es como darles alas a los inventos pues. Eso es un fenómeno natural que hay cada tanto y que ocurre desde que hay sol y luna y que esta piedra que llamamos hogar gira alrededor del astro rey ¿vaa?

Lo que si nos debería de preocupar la verdad es el eclipse que vivimos acá en esta tierra ya días. La justicia y la honradez de muchos, la ley que nos gobierna, como un sol que nos baña de justicia parejo a todos, asegurando una vida decente, ya días está eclipsado, ya días tapado, ya días en penumbras caminamos, las sombras y la oscuridad de la corrupción son lo que vemos, pocos recordamos la luz gloriosa de lo justo y bueno, solo las sombras del chanchullo y lo sucio, la oscuridad de la ley torcida creada para que unos pocos se enriquezcan ellos y su gente. Ese eclipse es el que nos debería de preocupar, el que ya días tenemos en el firmamento nuestro, el que hace tanto tiempo que está, que ya se nos olvidó como es el sol que tapa, eso, compa, es lo que deberíamos de ver, de entender y de temer, el eclipse que nos entume el seso, el que aceptamos y ya nos acostumbramos a él. Bien dicen que, cuando los lobos hacen las leyes, hartarse las ovejas no es delito ¿vaa? Por eso tenemos el eclipse perpetuo, por eso vivimos siendo la comida de pocos, hambrientos nosotros, casi en las latas y aquellos cebados y obesos, de comernos a discreción. Eso es lo triste, compa, nos preocupamos por un fenómeno de Dios, que pasa siempre, parte de la vida pues, y nos desatendemos de la oscuridad en que vivimos, ya tan acostumbrados que estamos que hasta lo vemos normal.

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