PUERTO CORTÉS. – En el mes conmemorativo de los 226 años de la llegada de los negros a las costas hondureñas, los afrodescendientes en Puerto Cortés y Omoa inauguraron el pasado fin de semana los festejos de esta efeméride con la asistencia de autoridades locales y dirigentes comunales.
Los garífunas del litoral porteño coordinaron este evento con personal del ente edilicio que en un acto simbólico participaron en el izado de la bandera tricolor de los garífunas…
Acto que estuvo a cargo de miembros del Cuerpo de Bomberos.
Durante el evento, la población garífuna porteña rememoró los 226 años de convivir en este territorio desde que, en 1797, un 12 de abril, arribaran a la playa en Punta Gorda, Roatán, Islas de la Bahía, procedentes de San Vicente, en las Antillas Menores.
Quienes llegaron al atrio de la sede de la alcaldía fueron testigos de cómo los oradores se quejaron de estar postergados y a la vez reclamaron, entre otras peticiones, acelerar la pavimentación de su carretera troncal prometida por el pleno de la corporación municipal porteña.
En la celebración del 226 aniversario participaron representantes de las comunidades afrodescendientes del litoral como ser Travesía, Bajamar, Chifia, Saraguayna y La Sabana.
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OMOA
Mientras tanto, en la comunidad de Masca, los garífunas de ese asentamiento vistieron sus mejores galas…
Y sacaron sus maracas y tambores para recordar que iniciaron los festejos por los 226 años de estar en Honduras.
La historia establece que los responsables de la llegada de los negros fueron las autoridades de ultramar del Imperio Británico, que en aquellos años los países colonizadores se disputaban las islas del Caribe.
Los ingleses se quedaron con San Vicente y expulsaron a los garífunas por ser una comunidad que no cedía a la esclavitud y también porque eran amigos de los franceses.
El temor de los ingleses era que los garífunas contagiaran al resto de la población con sus ánimos libertarios e independentistas. Fue así que salieron con rumbo a Islas de la Bahía con escala en Jamaica.
En Honduras, los garífunas se asentaron sin problemas y se diseminaron por toda la costa conservando hasta hoy su lengua, costumbres y tradiciones.
En la fiesta de ayer, los masquenses del litoral de Omoa llegaron ataviados con sus coloridos trajes típicos…
Portaban sus tambores y caracoles que le dieron un toque especial a la celebración.
Desde hace ocho años, en las escuelas garífunas porteñas, se imparten clases en esta lengua…
Por lo que las mismas comunidades reclaman asistencia con personal y profesionales de esta etnia.
En la actualidad, el pueblo garífuna sigue sufriendo una interminable gama de necesidades y problemas en la tenencia de la tierra.
