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miércoles, mayo 15, 2024

Fútbol aficionado hondureño y valores

Hace unos días he tenido la oportunidad de conversar con un exfutbolista que tuvo la fortuna de jugar en un equipo de la primera división no profesional que existió en Honduras. Este campeonato nació unos años después de la Segunda Guerra Mundial, en concreto en el año 1947, primera liga aficionada de Honduras que fungía como campeonato nacional.

Antes del inicio de la actual liga profesional (1965), esa otra, de carácter aficionado, estuvo plagada de buenos jugadores y equipos, que han estado al margen de las “estadísticas oficiales” y reconocimientos de la “gente del fútbol” ellos fueron parte importante del nacimiento y evolución del deporte en Honduras. Mencionar nombres de jugadores o directivos puede resultar injusto ya que todos y cada uno de ellos, buscaron que el balompié y sus valores perduraran en el tiempo. No hay que olvidar que, gracias a esos deportistas “fundadores” el fútbol existe como hoy lo conocemos; de otra forma jugaríamos béisbol o tejo.

Los nombres de ciertos equipos resultan familiares al oído, otros no tanto… todo inició en el año de 1947, cuando se crea la liga aficionada de Honduras primer campeonato nacional de futbol, conocida como “liga de fútbol no aficionado” competición que contó con 17 ediciones y con campeones de las diferentes regiones del país. En dicha competición sobresalieron los siguientes equipos de fútbol: C.D. Victoria, F.C. Motagua, C.D. Hibueras, C.D. Olimpia, F.C. Motagua, C.D. Sula, Club Aduana Deportivo, C.D. Federal, C.D. Hibueras, C.D. Vida, Salamar, C.D. España, Platense F.C., entre otros. El equipo con la mayor cantidad de títulos fue el Olimpia con siete campeonatos, el Motagua con dos, el Hibueras con dos y con un campeonato aparecen Aduana Deportivo, Victoria, Sula, Federal, Abacá, Vida y España. Algunos de estos clubs siguen activos, otros desaparecieron y algunos están moribundos convertidos en equipos de fútbol de ligas menores, sin ningún reconocimiento o apoyo más que el de sus directivos.

El fútbol y sus clubes son historia viviente de una nación, lo ideal es preservarlos y promover su existencia por ser entidades decanas del deporte nacional. Los valores del fútbol promovidos por los clubes forman parte también de la estructura ética moral de la sociedad: trabajo en equipo, orden e higiene, respeto por los demás, esfuerzo, responsabilidad, preservar la verdad, vivir sanamente y saber ganar. Todos estos valores son elementos cruciales en cualquier sociedad y los fundadores del fútbol son las personas que descubrieron en el fútbol aficionado estas virtudes, ellos no jugaban por amor al dinero, jugaban iluminados por principios. Esto ha sido comprendido en otros lugares, aquí, el fútbol simplemente es “un deporte que practican unas personas”, ha sido parte de las políticas públicas educativas o deportivas nacionales.

En España, en 1912, Hermenegildo Giner de los Ríos (1847-1923), principal impulsor de la política educativa y cultural de Barcelona, pedía establecer campos de juego cercanos a las escuelas, ya que, los consideraba indispensables para la “educación integral del individuo”.

El fútbol se había puesto de moda entre todos los jóvenes de Barcelona, y los políticos sabían del poder educador del balompié. El fútbol era un deporte eminentemente educativo, puesto que disciplinaba el espíritu a la obediencia de las normas, sin quebrantar la autonomía personal; era una base educativa. El fútbol era concebido como un medio de formación social y nacional. Se esperaba que el fútbol preparara a la persona para servir a su patria como buen ciudadano”. Con estas ideas floreció el fútbol en el siglo XIX, XX, eran también los valores que inspiraron a nuestros padres futboleros. Hoy se necesita de mucha educación y fútbol.

Como dice un buen amigo… “es que en Honduras somos diferentes” … rara vez se habla de la historia de los clubes, de las personas que pasaron por estas instituciones y las aportaciones que han hecho a la sociedad deportiva o humanamente, rara vez vemos el pasado para apoyarnos en él y tomar perspectiva de la realidad actual, rara vez vemos el mérito en aquellos que iniciaron las cosas, únicamente vemos el resultado; olvidando el largo proceso. En este país olvidamos todo, la historia, los orígenes, las lecciones, las costumbres, olvidamos casi todo y por eso tropezamos con los mismos errores.

Hoy, 76 años después de la creación de aquella liga, el campeonato doméstico nacional es… “casi profesional” … una competencia anquilosada y estancada hace años con diez equipos participantes y con poca o nula trascendencia internacional… una liga aficionada casi profesional y me pregunto: ¿cómo puede evolucionar el fútbol poco profesional?, ¿cómo se puede formar una selección teniendo tan poco de dónde seleccionar?, ¿por qué no se educa con fútbol? Quien ha tenido la oportunidad de ver otras ligas profesionales, estará de acuerdo en que estamos literalmente en pañales y seguimos siendo aficionados.

Los clubes de antaño han sido piezas cruciales en la conformación del deporte, ellos hicieron su aportación más importante “jugar al fútbol con valores”. Hoy la sociedad tiene un problema serio de principios y de referentes, todo lo compra o prostituye el dinero, todos quieren tener, pero pocos quieren ser. Vemos futbolistas corrompidos por el dinero o por el crimen organizado, carentes de valores, unos pésimos referentes para la colectividad. Evolucionamos poco, tarde y mal… nos creemos unos fenómenos del balompié, pero la realidad es otra. El fútbol aficionado o profesional debe tener unos sólidos valores.

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