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viernes, abril 26, 2024

EVOLUCIÓN: Un futuro sostenible, es posible

Los cambios hacia un futuro más sostenible deben comenzar desde nosotros mismos, con una mayor conciencia individual que pueda influir en diversas esferas que nos interesan, como la familia, las escuelas, las universidades y las empresas. Si deseamos vivir en un mundo más sostenible, debemos tomar conciencia de la importancia de ser consumidores responsables, lo que nos permitirá exigir con mayor conocimiento a las empresas comportamientos éticos y socialmente responsables.

La transformación cultural y de comportamiento requiere una educación integral, tanto formal como informal. Para romper con los antiguos paradigmas, necesitamos adoptar nuevas formas de pensar y actuar. Personalmente, en 2004 descubrí una forma diferente de transformar el mundo, sin divisiones ideológicas. Las tres P’s, por sus siglas en inglés: Personas, Planeta y Ganancias (People, Planet and Profit) son elementos clave para fomentar la responsabilidad social empresarial y la sostenibilidad.

Como mencioné anteriormente, el cambio debe comenzar desde nuestro interior, tomando conciencia e invirtiendo en la capacitación de las personas para que puedan transformar la cultura empresarial tradicional. En este sentido, en Honduras se formó en 2004 la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse), la cual ha tenido un impacto muy positivo en la comunidad empresarial. Esta organización ha tomado como referencia las mejores prácticas de otras organizaciones similares en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, logrando reunir a más de 100 grandes empresas y su cadena de valor, a pesar del contexto político, económico y social del país.

Es crucial destacar que los cambios de paradigmas solo ocurren a través de la educación, un componente vital para el ser humano. Capacitar a empresarios exitosos y a sus equipos, guiándolos hacia la sostenibilidad, vale la pena. Debemos demostrar con ejemplos de países y empresas exitosas que hacer las cosas correctamente trasciende la búsqueda de ganancias, que la ética no pasa de moda y que el bien común garantiza la sostenibilidad de los negocios, entendiendo que la reputación vale más que cinco minutos de fama.

Vivimos en un mundo interconectado, las consecuencias de los actos en contra del ambiente afectan a las comunidades cercanas y tiene repercusiones en todo el globo (las fronteras son un invento humano). Las olas migratorias a países más desarrollados, en busca de condiciones dignas de trabajo son consecuencias de la falta de articulación entre el sector productivo y el gobierno, de crear condiciones dignas de empleo, para que la gente se quede. Las personas y el planeta están interrelacionados, el impacto negativo o positivo de las empresas a sus partes interesadas: empleados, comunidades, clientes, proveedores y el medio ambiente repercuten en la sostenibilidad del planeta, todo suma o resta.

La reforestación, la invasión de reservas protegidas o la apropiación de manera ilegal de los bosques y ríos, satisface la avaricia de unos cuantos poniendo en riesgo la subsistencia no solo del ser humano, pero de millones de plantas y animales. Nuestra especie no es la dueña del planeta, pero si responsable, guardianes, mayordomos de los recursos de la tierra. Por esta razón, insisto en que las escuelas deben impartir clases que promuevan la responsabilidad social e individual.

Los empresarios y sus empresas, independientemente de su tamaño, son el motor de la economía y la innovación. Trabajar en conjunto con las universidades les brinda un valor agregado que amplía la visión de la empresa y la academia. Trabajar juntos por la sostenibilidad merece la pena, y organizaciones como Fundahrse son vitales para lograr un equilibrio entre empresa y el desarrollo sostenible, involucrando a múltiples actores. Actualmente, existe la ISO 26000 de responsabilidad social, es una guía voluntaria que se utiliza a nivel global para trabajar con una sola visión de desarrollo, de ahí se desprenden indicadores utilizados por Fundahrse para poder guiar a las empresas por el mundo de la sostenibilidad.

En esta semana precisamente se celebra en Tegucigalpa la Semana de la Sostenibilidad 2023, donde muchas empresas darán a conocer mejores prácticas y también serán capacitadas por conferencistas de diferente parte del globo en la gestión socialmente responsable. Si le interesa puede seguir las conferencias vía Zoom de manera gratuita: https://www.eventbrite.es/e/entradas-semana-de-la-sostenibilidad-2023-601514916307 es una muy buena oportunidad para conocer más acerca de la responsabilidad social y la sostenibilidad, en mundo post-pandemia y con conflictos bélicos que pueden escalar a nivel mundial.

Nuestra responsabilidad individual se enriquece con nuestro crecimiento espiritual, que nos permite evolucionar y reemplazar antiguos paradigmas de ambición desmedida y avaricia por una visión centrada en la sostenibilidad del planeta y el bienestar de las personas. Para las empresas ser rentable es una bendición, pero siempre teniendo en cuenta el bien común.

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