Salud. La vitamina D es crucial para la salud ósea y el fortalecimiento del sistema inmunológico. A pesar de ser accesible a través de la exposición solar y ciertos alimentos, muchas personas no alcanzan los niveles adecuados de este nutriente y presentan ciertas deficiencia.
Este nutriente desempeña un papel esencial en la absorción de calcio, elemento indispensable para mantener huesos fuertes.
Según los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., la vitamina D ayuda al organismo a absorber el calcio de manera eficiente.
Lo que reduce el riesgo de osteoporosis, una condición que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores y mujeres posmenopáusicas.
Además, esta vitamina es fundamental para la función muscular y nerviosa.
Los músculos dependen de ella para coordinar movimientos, y los nervios la necesitan para transmitir señales entre el cerebro y otras partes del cuerpo.
También fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones al regular la actividad de células inmunitarias como linfocitos y macrófagos.
Ventajas de la vitamina D
Estudios sugieren que niveles adecuados de vitamina D pueden reducir el riesgo de infecciones respiratorias, así como de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, como el de colon.
Además, está relacionada con la prevención de enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple.
Durante el embarazo, la deficiencia de vitamina D puede aumentar el riesgo de complicaciones como preeclampsia y diabetes gestacional, así como afectar el desarrollo del feto.
Investigaciones recientes señalan que un alto porcentaje de mujeres embarazadas presentan niveles insuficientes de vitamina D, lo que pone en riesgo tanto su salud como la del bebé.
Síntomas de deficiencia de vitamina D
La deficiencia de vitamina D puede manifestarse de diversas maneras. Los síntomas más comunes incluyen fatiga, debilidad muscular, dolor óseo, y cambios en el estado de ánimo, como la depresión, según la Cleveland Clinic.
Sin embargo, en algunos casos, las personas pueden no presentar síntomas evidentes, lo que dificulta su diagnóstico.
A largo plazo, esta carencia puede ocasionar problemas graves, como la debilidad ósea.
Estudios recientes también han identificado posibles vínculos entre la deficiencia de vitamina D y abortos espontáneos en mujeres con antecedentes de pérdidas durante el embarazo.
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En niños, la deficiencia de vitamina D puede provocar calambres musculares, uno de los primeros signos del raquitismo, una enfermedad que debilita y deforma los huesos debido a la baja concentración de calcio en la sangre.
Mantener niveles adecuados de vitamina D es esencial para evitar estas complicaciones y asegurar el buen funcionamiento del cuerpo.
Las autoridades de salud recomiendan una combinación de exposición solar moderada y consumo de alimentos ricos en vitamina D para mantener un nivel óptimo de este nutriente.
