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Honduras
viernes, mayo 3, 2024

El peligro de ser mujer en Honduras

El Centro de Derechos de Mujeres (CDM) expuso datos escalofriantes de los asesinatos de mujeres en Honduras solamente en el 2024 en un comunicado, esta organización que fue ‘antigolpe’ de Estado y sigue una línea ideológica similar al actual Gobierno, pero sin dejar que esto impida hacer su trabajo de manera correcta.

En el comunicado, CDM expresó que el asesinato de mujeres en Honduras va en aumento, solo en el año 2023 se reportaron 386 mujeres asesinadas, según el monitoreo de medios de comunicación que ellas realizan en el Observatorio de Derechos Humanos de las mujeres, comparativamente explican que ha aumentado en un 30 % en relación al año 2022.

Tan solo en los primeros 15 días de 2024, 16 mujeres fueron asesinadas de manera violenta, un dato que en cualquier país civilizado debería ser alarmante, pero no en Honduras al parecer, aunque hay una mujer presidente, que llegó en gran medida por el descontento de tener un individuo en el poder en ese momento comprometido con el narcotráfico y ahora guarda prisión en Nueva York. Es importante reconocer que el actual Gobierno está en el poder porque el pueblo se cansó de alguien muy malo y afortunadamente el mandato de la ciudadanía en las urnas fue respetado. En esas elecciones, la gente apostó por una alianza, hubo votos prestados, porque hay que reconocer, si no se unen fuerzas políticas, todavía todo pintaría azul.

Pero, a pesar del deseo del pueblo hondureño de un cambio estructural, las cosas parecen empeorar en materia de seguridad, esto no es una percepción, es una realidad con datos duros, en el comunicado emitido por el CDM señalan que “según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y ONU Mujeres, Honduras es el quinto país con la tasa más alta de femicidios en el mundo, con un 6.47 por cada 100 mil habitantes, por encima de Guatemala y México, posicionando al país como el más peligroso en América Latina para ser mujer”. A esto se suma la preocupación de mujeres que desaparecen cada semana y son reportadas a los entes policiales, o sea son mujeres que no están oficialmente muertas, hay 357 reportes en el 2022. ¿Dónde estarán estas féminas?

Los recursos económicos son pocos, deben utilizarse en temas prioritarios y hacer seguimiento a las denuncias, es algo complicado, porque para eso deben iniciar primero por profesionalizar esos entes de investigación, modernizar los equipos humanos y técnicos. Dar seguimiento a los casos para que no queden en la impunidad.

Nacer en Honduras hombre o mujer es una desventaja por ser un país con altos índices de pobreza extrema, no importa qué tan talentosa sea la persona, es complicado. Sin embargo, nacer niña es todavía más difícil, las niñas son vistas todavía como de menor valor en las familias machistas, incluyendo sus propias madres, en los hogares más pobres las niñas prácticamente son las sirvientas y niñeras de los otros infantes de la casa. El abuso sexual y la negligencia que sufren muchas de ellas es evidente, se refleja en el gran porcentaje de niñas embarazadas, que forzosamente abandonan la escuela. Sumado a este oscuro panorama, muchas son víctimas del tráfico sexual y son prostituidas, a veces hasta con la venia de su propia familia.

Al buscar datos actualizados de niñas o adolescentes embarazadas, observamos que no hay mucha información. Los que toman un gobierno deben tener mayor sensibilidad social, pero parece que lo único que les emociona es estar en el poder, para hacerse más ricos y fingir ante sus “camaradas” que tienen un interés genuino en las necesidades de las personas. Nacer niña en Honduras es vivir en un país donde la pobreza tiene rostro de mujer.

Al ver todo este nefasto panorama que viven millones de mujeres y niñas en Honduras, pareciera que esta exclusión es sistematizada y que las personas son tomadas como algo desechable o descartable, como que el pensamiento de los gobernantes, legisladores y encargados de impartir justicia es el mismo, tanto de los actuales como de los anteriores, son indolentes. Solo les afecta cuando viven de manera personal un acto de violencia o exclusión, solo ahí los vemos haciendo drama en los medios comunicación. De ahí todo pasa como si nunca pasara.

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