Todos los atributos, características propias, propiedades, rasgos sobresalientes, y algunas otras particularidades, hay que tomar en cuenta, con la finalidad de conseguir con legalidad, independencia, y acendrado patriotismo, la sagrada facultad de gobernarse con dirección y administración a favor de los intereses de la población, fomentando actividades instructivas, culturales, materiales, recreativas y otras de similar naturaleza en interés de la población, descartando el sectarismo político y las aviesas intenciones de lucro cesante o emergente, mismos que son una afrente que violenta las leyes generales y especiales en vigor.
Indiscutiblemente, la expresión de la voluntad de los pueblos se consolida, refuerza o robustece por las obras realizadas y los proyectos encaminados a satisfacer sus necesidades incondicionales, conexas, referentes o relativas que se formulan o expresan de manera previa cuando se consuman de manera inteligente. Las municipalidades cumplen con la dirección, administración y gobierno, tomando en cuenta los intereses del pueblo, mediante el ejercicio del voto en un proceso deliberativo generado para dirigir los destinos de las autoridades locales o generales de la nación, escogiendo las personas que regirán o tutelarán los destinos del país. La legalidad como principios constitucionales reconoce la centralización por región, que significa la realización de actividades de servicio público por parte de entidades independientes con fondos propios y con leyes o reglamentos de vigencia particular sin sujeción alguna.
En estos términos, surge o brota el municipio que es una población o cantidad de personas residentes en un término municipal y gobernadas por una corporación municipal. Dos de esos conceptos aparecen no aparecen muy claros o explícitos definiéndolos de la siguiente forma: término municipal es la porción o territorio donde se extiende la acción administrativa de la municipalidad, y por otro parte municipalidad es la entidad o corporación popular encargada del gobierno del municipio. Todo lo anterior desde el punto de vista estrictamente jurídico.
En consecuencia, los doscientos noventa y ocho (298) municipios que tiene Honduras, dentro de lo amplio y extenso de su territorio, gozan de autonomía, es decir, auto legislación o facultad de gobernarse con sujeción a las leyes generales del país. Las municipalidades tienen que cumplir con sus fines principales, dado el entendido de que fuera de las formas de administración, dirección o gobierno al tenor de los intereses del pueblo son prioritarios debiendo fomentar actividades éticas, morales, culturales, arquitectónicas, materiales, recreativas y demás de similar situación o cambio o curso. Se necesita la culminación por la imposición de un plan de arbitrios, debidamente consensuado para obtener fondos económicos mediante impuestos, tasas y contribuciones justas. El municipio de San Pedro Sula, departamento de Cortés, y otras municipalidades de similar naturaleza, tienen la obligación de satisfacer los intereses de las grandes colectividades, con obras de bienestar, ornato y recreación, como museos, parques, academias de teatro, recreovías, artes y variados deportes para orientar a la población en un logro real o positivo de verdadera identidad nacional. Hay que formar una conciencia general para el desarrollo, respondiendo valientemente al imperioso llamado del interés, utilidad, y responsabilidad comunitaria.
Solo se puede sacar al pueblo de la calamitosa situación de insalubridad, falta de higiene y estado de postración, ejerciendo funciones y cumpliendo atribuciones legales que ayuden a los sectores más desprotegidos del progreso y la evolución. Las bibliotecas públicas la probada e indispensable prestación de un servicio de aseo y limpieza eficiente, con una dirección municipal capaz y la finalidad esencial de las entidades, aparejadas de principios y virtudes, forjan resultados de gran significación.
Es tiempo de cambiar las caducas estructuras actuales, con modificaciones sustanciales que sean un ejemplar modelo de gran notabilidad para toda la república.
