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sábado, abril 27, 2024

E-EVOLUCIÓN: Tiempo de reactivar la economía

Mirna Isabel Rivera
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La industria de la hospitalidad, el ocio y el entretenimiento en su forma tradicional, recién empiezan a reactivarse a nivel mundial, siendo estas una de las más dañadas por las medidas tomadas para mitigar el avance de la COVID-19. Los consumidores habituados a tener vida nocturna, a asistir a conciertos, bares, restaurantes, cafés, cinemas, estadios, teatros, entre otros, están volviendo nuevamente a frecuentar esos lugares que, durante el cierre, fueron sustituidos de alguna manera por la tecnología, el mundo ‘gaming’ tomó terreno, los videojuegos y la realidad aumentada llenaron de alguna manera este vacío.

La recuperación económica post COVID-19 sigue siendo un gran desafío, especialmente para la industria sin chimeneas, que fue una de las más afectadas durante la pandemia. La pérdida de fuente laborales por el cierre temporal o permanente de muchas empresas dejaron a millones de personas sin ingresos permanentes, agrandando la brecha de desigualdad, que ya existía desde antes de la pandemia.

Para que la gente vuelva a retomar los hábitos de consumo que tenían previo a la pandemia, se requiere crear un clima de negocios que estimule la inversión y promueva la confianza en los consumidores. En ciudades como San Pedro Sula, se puede observar un repunte de nuevos restaurantes y cafeterías, algunos de estos surgieron post pandemia. Cada vez que surge un nuevo emprendimiento se reactiva la economía, la cadena de abastecimiento se ve beneficiada y se genera empleos.

Este año la alcaldía sampedrana ha desarrollado un sinnúmero de conciertos, quizás los cantantes no sean nuestros favoritos, pero al parecer estas actividades han tenido un impacto positivo en la reactivación económica, en el más reciente, se logró una ocupación hotelera total, vinieron visitantes de diferentes partes de Honduras e inclusive de la región centroamericana, esta actividad estimuló otros negocios conexos al entretenimiento como bares, restaurantes y hasta la economía informal.

Si a esta estrategia de organizar mega conciertos, se le agrega reactivar nuevamente conferencias, congresos y más actividades dentro de la línea empresarial, académica y religiosa, San Pedro Sula podría rápidamente recuperarse de las terribles consecuencias provocadas por los cierres, medidas necesarias para frenar la propagación del mortal virus. Volver a cerrar la economía ya no tiene sentido, ya que se cuenta con vacunas, debe promoverse las dosis de reforzamiento, el uso de las mascarillas debe continuar vigente, las medidas de higiene, lavarse las manos con agua y jabón, el uso de desinfectantes y todo lo que tuvimos aprender hacer durante la pandemia para sobrevivir.

Tradicionalmente, el mes de diciembre genera muchos más ingresos a la población en general, los centros comerciales reciben una cantidad de visitas superior al promedio durante todo el año. La gente busca divertirse, de diferentes maneras y en una ciudad como San Pedro Sula, donde se suele trabajar largas jornadas, es durante la noche y los fines de semana cuando más tiempo se tiene para salir a disfrutar un rato con amigos y familia.

El cierre del planeta durante la pandemia fue el resultado de la falta de preparación para enfrentar un virus, en pleno siglo XXI no se tenía otra solución, los daños colaterales a la economía siguen sintiéndose y en los países de bajos ingresos como Honduras, donde prácticamente no existe asistencia social, es más bien un “sálvense quien pueda”, promover nuevos cierres, para combatir en este caso ya no al virus, sino para combatir a la delincuencia es contraproducente.

Encerrar a la población, mediante el decreto de un “estado de excepción parcial” que durará 30 días, a partir del 6 de diciembre, en principio podría verse como algo positivo para contrarrestar la delincuencia, pero en la práctica, esto puede resultar poco efectivo. Existe supuestamente un listado preliminar de barrios y colonias de San Pedro Sula que estarán bajo este estado lo que significa perder el derecho a entrar o salir en determinados horarios, así como las garantías constitucionales.

El Gobierno y los asesores en materias de seguridad deben ser más creativos y buscar soluciones que no perjudiquen la reactivación económica. Este tipo de medidas lamentablemente solo incrementarán el estigma y la pobreza. Proteger a la población sí, pero hacerlo de manera lógica y coherente con las circunstancias.

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