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sábado, mayo 4, 2024

Difícil camino

Hace algunas semanas escribí algo referente a lo contraproducente que puede resultar poner demasiada atención a las letras de ciertas canciones y, sobre todo, llegar a creer firmemente en sus aseveraciones y, peor todavía, vivir esas canciones. Y me refería concretamente a esas baladas, los boleros que, aunque son hermosos, muchas veces pueden hacernos creer que el amor de verdad se trata de darlo todo por la otra persona y vivir únicamente por ella. Que, si no se vive así, entonces no se vale. Me refería en ese entonces a “Amar y Querer” de José José.
En ese mismo espacio prometía analizar una canción de Joaquín Sabina que me parece es como la contraparte de ese gran éxito del Príncipe de la Canción: “Contigo”.
Para comenzar, esta letra puede resultar polémica porque se trata de un hombre que está siendo muy honesto (tal vez, demasiado para algunos gustos), acerca de lo que quiere vivir con esta persona y sobre todo, de lo que no quiere vivir. Entonces comienza aclarando que no está dispuesto a vivir con ella de la manera convencional porque está seguro de que si lo hacen terminará ella muy infeliz, escapando mentalmente cada vez que pueda, de la agobiante rutina, y tal vez un día, de manera literal. Y él igual.
Le explica que no va a acostumbrarse a hacer cosas que en realidad no quiere hacer y que definitivamente no va a dejar de hacer lo que realmente quiere, por estar con ella, repito, del modo habitual, solamente porque esta forma de convivencia es la única que los demás aprueban. Y, sin embargo, le aclara también lo mucho que su relación significa para él.
Asegura que lo que realmente quiere es vivirla de un modo intenso porque cree que es la única forma para mantenerla viva y funcionando.
La letra continúa anticipando todo lo negativo que sucederá si ambos se dejan llevar por convencionalismos, anticipa la muerte de ese gran amor.
Seguramente para que una persona pueda hacer este tipo de afirmaciones debe tener alguna experiencia previa o quizás no. Tal vez todo se reduzca al sentido común.
El sentido común que al final no es tan común como parece, según decía Voltaire.
No creo desde luego, que la experiencia sea suficiente para que aprendamos, debería serlo, pero no lo es y ahí ve usted a todo el mundo intentando nuevamente aquello que ya sabe que no va a funcionar. Intentándolo con las mismas herramientas con las que fracasó en el primer, segundo y hasta tercer intento.
Tampoco creo que la gente lo haga porque sea masoquista ni nada de eso, simplemente busca ser feliz lo cual es entendible, pero no tiene mucha disponibilidad o disposición para aprender por dónde ni emprender semejante camino.
Algo en lo que no puedo dejar de creer en la teoría de la sincronicidad de Jung cuando nos dice que todas las personas estamos conectadas de alguna manera; precisamente en el momento que escribo esto, recibo una llamada de un familiar a quien quiero mucho diciéndome que está afuera de los juzgados (una de las cosas que Sabina menciona no querer, en su canción), en este mismo momento, porque acaba de firmar su separación legal de la persona a la que amó por dieciséis años. A la que, por cierto… ya no ama más.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
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