Hay personas en todos los partidos políticos que por circunstancias y motivos de conveniencia e inusitada como desmedida ambición, cambian repentinamente sus idearios doctrinarios y su convencimiento ideológico, en ciertas ocasiones sostenido por querer figurar y acrecentar su incipiente caudal social, sin importarles la bandera de lucha que levantan con mentiras, hipocresía y conveniencia monetaria, y algunas otras circunstancias, que solo favorecen a las clases económicamente poderosas.
Este natural accionar preservado por limitaciones artificiosas o disimuladas, pretende convencer el sentido de la realidad del pueblo hondureño y la diversa genialidad con que actúan otros personajes de la habilidad vernácula, que, si están plenamente compenetrados de que pretenden surgir para fundar o generar una sostenible anarquía, ilegalidad y desconcierto, tratando de convencer a determinados incautos que siguen sus dramáticas y fatales líneas o graficas estrías de indudable confusión y desaliento.
Los fenómenos políticos, sin puntos intermedios se sostienen o reafirman por los pensamientos de verdaderas manifestaciones de amor a la Patria, tomando en consideración el sentido de la realidad, para conformar grandes avances, eficientes adelantos, enérgica labor administrativa, oportunidades de trabajo, resplandeciente y libre camino hacia el progreso, frente a las dificultades, conflictos o limitaciones a las libertades publicas para forjar un camino vasto y amplio que nos conduzca, sin compromisos con el objeto de facilitar los quehaceres del Gobierno, con la finalidad de llegar a la prosperidad nacional.
La originalidad de las obras, es única e independiente no puede ser restringido por las limitaciones disimuladas o artificiosas, nuestro sentido de la realidad o el contexto permanece aventajado y sin cortapisas, como resultado de la genialidad de los autores y la forma inmortal de particular rebeldía en calidad de inspiración o numen titular que surge del ingenio, disciplina, autoridad y genero clásico de las frentes resplandecientes que agrandan o engrandecen nuestro país, consolidado de matices de belleza, preciosidad y hermosura.
Eliminemos los males de diversa índole que han persistido a lo largo de la historia nacional, representando la cara entristecida o amarga del subdesarrollo, elevado las metas u objetivos, revalidando y refrendando, la genuina confianza, seguridad y buena fama, que, desde luego, supera la inseguridad en las laudables o encomiables líneas del adelanto y la perfección, sin compromisos o desatenciones.
Estas elecciones generales de Noviembre de actual año dos mil veinte veinticinco (2025), tenemos que escoger los mejores hombres y mujeres para solucionar paulatinamente los grandes problemas que nos aquejan. Hay que desechar de una vez y para siempre las detestables veletas o personajes indeseables que cambian repentinamente de ideas y que se amparan en un partido político por el que nunca lucharon.
Como en cierta ocasión expreso el destacado líder del gran Partido Liberal: JOSE ANGEL ZUÑIGA HUETE, “Una milicia eternamente joven profesa su doctrina y la defiende”.
