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miércoles, abril 24, 2024

De esta agua no beberé

Con toda seguridad, usted se contará entre los que no me creen, respeto su criterio, pero es absolutamente cierto que en los últimos 50 años nunca, pero nunca de todos los nuncas, he tomado un vaso de agua.

Hasta el momento mi salud es perfecta; gracias a la fortuna (y un poco a mi estilo de vida) todavía no padezco de nada.

No tomo agua, al igual que no fumo, tampoco hago drogas y tengo una cantidad igual de tiempo de no ingerir ninguna clase de bebida que contenga alcohol. Además, hago una dosis más o menos normal de ejercicios, eso ha sido así durante la mayor parte de mi vida.

Existe una leyenda muy aprovechada por los fabricantes de agua embotellada que, dicho sea de paso, muchas veces es más cara que la gasolina.

Nadie sabe realmente cómo empezó el mito de los ocho vasos de agua al día. Se cree que sus orígenes se remontan a un estudio sobre la hidratación de los roedores realizado allá por 1933. Esa investigación recomendó ingerir dos litros y medio de agua al día, cantidad que el ser humano medianamente activo necesitaba para compensar la pérdida por sudoración y excreciones.

Eso se convirtió en 8 vasos de agua al día y, como dije, fue recibido con enorme apoyo por los vendedores de agua.

Entonces, ¿por qué algunos (he conocido a varios, no solo yo) han desistido de tomar agua? Simplemente porque lo que el cuerpo necesita de agua son aproximadamente 2.5 litros diarios, la cual obtenemos de los alimentos, la mayoría ricos en agua, y el resto de café, refrescos, etc.

Siendo las cosas así, es totalmente innecesario tomar agua, lo importante es mantenerse hidratado, lo que es cosa diferente.

Hay que beber líquidos o agua solo cuando se tiene sed, de lo contrario es innecesario.

Si usted es de las personas que cargan su botellita de agua -para estar tomando constantemente- está cometiendo un error. Toda el agua que bebe en exceso y por lo tanto innecesariamente, pone a trabajar a su organismo para eliminarla, sin brindarle ningún beneficio.

Su cuerpo tomará únicamente el líquido de esa carísima y colorida botella. Con el resto, con el sobrante, le mandará a usted al baño, tantas veces como sea necesario.

Más agua, más baño, más agua, más baño, etcétera.

Por otra parte, el trabajo excesivo e innecesario puede afectar sus riñones y otros órganos, eso es lo que dice la ciencia médica.

Además, el agua embotellada es enormemente perjudicial ya que puede contener plásticos y otros químicos que causan graves enfermedades, incluyendo cáncer, y cambios en el sistema reproductivo e inmune, así como trastornos en el sistema nervioso y hasta obesidad.

Y, como si eso fuera poco, las botellas de plástico tardan unos 500 años en degradarse, perjudicando los océanos y la vida marina, que es el lugar en donde, en su mayoría, terminan su dañina jornada.

Bien, quedamos entonces en que beber 8 vasos de agua al día es un mito que, inclusive puede afectar la salud.

Usted puede obtener toda la hidratación que su cuerpo necesita de los alimentos que consume y recuerde que no necesariamente tienen que ser frutas ricas en líquido.

Carne, verduras, café o té, inclusive pan o tortilla, todo tiene agua en mayor o menor cantidad y su organismo es experto en extraer hasta la última gota.

Pero, además, al ingerir más agua de la necesaria (por cualquier medio) se corre el riesgo de padecer de una condición malísima para la salud llamada “hiponatremia”, que consiste en una incapacidad del cuerpo para deshacerse del exceso de líquido.

Expertos forenses han dicho que el famoso actor de acción Bruce Lee falleció precisamente por ese mal y una combinación de otros factores que le resultaron letales a pesar de su excelente condición atlética y su abundante energía.

Comentan que, en los últimos tiempos, su alimentación se basaba en jugos de frutas, té y similares pero que, sobre todo, bebía agua constantemente.

Los embotelladores de agua me van a odiar, aunque a lo mejor ni les importa lo que he escrito. La verdad es que ellos conocen todos estos hechos y siguen adelante haciendo negocio sin que tampoco les importe el daño que causan.

Y usted, tristemente, creo que tampoco creerá nada de lo que digo. La leyenda de los 8 vasos de agua está demasiado fundida en la mente como para que la vaya a descartar de la noche a la mañana (dependiendo de la hora en que lea este artículo).

Nos atenemos a lo que tradicionalmente se nos ha enseñado e inculcado, no estamos dispuestos a cambiar de criterio fácilmente, al final de cuentas ¿quién puede creer que tomar demasiada agua puede ser malo?

Por Otto Martin Wolf
[email protected]

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