“Si una mujer expulsa el feto de su vientre con drogas, esto es un crimen inexpiable por Dios”. Calvino.
Así ¿quién no?, haciendo trampa con espejo, señal, marca, clave o rayita cualquier partida de póquer, conquián, ‘treintaiuno’, cinquillo, relojito o escoba, es para barrer y hasta trapear con los contrincantes de la mesa. Y si eso se acompaña de algún elixir para acallar la conciencia, mejor aún, pero eso es otro tema, para los conocedores de ese tipo de brebajes. Y eso es lo que andan haciendo los plañideros del patio con los derechos humanos convirtiéndolos en desechos humanos, al asesinar, mediante altas concentraciones salinas, con artificiales (con pastillitas o inyecciones) ataques estelares de hormonas, con medio físicos o simplemente abortos mecánicos y nada más, a seres humanos que tienen sus propios códigos genéticos, cuerpos nuevos, seres nuevos, formados completamente, bajo la peor de las excusas de “es mi cuerpo”, que no son más que disfraces como de saltimbanquis y arlequines (así como el empolvado aquel).
Así, como la película “Emanuelo, nacido para pecar” (recomendada por si le gusta la comedia), ya se consiguió la licencia para el pase por la cocina, los sombreritos triples y hasta “hat-tricks” en las canchas no reglamentarias y hasta en patios prohibidos, con los riesgos que bien se conocen, pero que quieren enterrarlos a la manera en que los gatos ocultan sus excrementos, a flor de tierra. Así, con la tal píldora abortiva de emergencia, cualquiera es un Don Juan o Doña Juana, según sea el caso.
Ya con eso, a las mujeres les irá peor, y se van a acordar del presente, especialmente con los abusivos, con los violadores, ya sean de bar sofisticado o arrabaleros de charral, simplemente les dan a sus potenciales víctimas una toma de ese edulcorado y mágico confite abortivo en las bebidas y después viene el genocidio. Las denuncias y abusos van a aumentar y la jura ya no va hallar para dónde agarrar, y eso debe ser conversado por las familias hondureñas, ponerse águilas, cuidar a las niñas, a las jovencitas en vez de estar babeando por dizque cantantes y actores imberbes.
A las que se dicen “feministas, defensoras de los derechos de las mujeres”, es una aberración ya que los derechos sí los tienen, por igual que los hombres y eso está en nuestra Constitución y las leyes, ya que por ser de ambos sexos la especie humana no quiere decir que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte. Se han dedicado más a dividir y vender sus ideas genocidas y creen que el aborto es un derecho, pero no, eso es ¡falso!
Así como hacen su jueguito, avalado por muelas de dizque “defensores” del pueblo, se permite el asesinato masivo de hondureños completos a quienes se les quita antojadizamente el derecho a la vida, solo porque encontraron serpiente debajo de las piedras por andar marcando barajas. Esas ya son claras avanzadas de políticas de género disfrazadas de derechos que no son más que caprichos, por guardar las apariencias, por ser hijo no deseado. Es más, le regalo mi testimonio, fui no deseado pero una familia de gente buena decidió salvarme la vida, me criaron, me soportaron y aquí estoy tratando de cumplir con mi misión, no fue necesario asesinarme, algo hay que hacer y espero estar en eso. ¡No al aborto! ¡No a la píldora abortiva!
Ing. Carlos Mata
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