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martes, abril 30, 2024

Buenas prácticas corporativas

La importancia de las buenas prácticas corporativas en la gestión empresarial ha ganado reconocimiento a nivel mundial en las últimas décadas. En este contexto, Honduras no puede darse el lujo de quedar rezagada y deviene obligada a fortalecer su tejido empresarial a través de la adopción de códigos y principios internacionales que promueven la transparencia, la responsabilidad y la eficiencia en la toma de decisiones. Por eso resulta oportuno conocer más sobre estas directrices, tomando como referencia algunos instrumentos internacionales.

Uno de los más importantes es el Código Combinado de 1998, ahora denominado “UK Corporate Governance Code”. Esta es una fuente de inspiración a nivel global y enfatiza la necesidad de un gobierno corporativo sólido y transparente, garantizando la rendición de cuentas de los directivos ante los accionistas y promoviendo la equidad en la toma de decisiones, todo lo cual fortalece la confianza de los inversionistas y fomenta la sostenibilidad a largo plazo. También los Estados Unidos de América cuenta con una vasta cantidad de normas que regulan el gobierno corporativo.

Por su parte, los “Principios de Buen Gobierno Corporativo de la OCDE”, concebidos inicialmente en 1999 y posteriormente revisados en 2004 y 2015, constituyen una piedra angular en la orientación de las prácticas empresariales a nivel internacional. Estos principios, respaldados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), han erigido un marco normativo que aboga de manera incuestionable por los valores fundamentales de transparencia, responsabilidad, equidad y ética en el ámbito corporativo.

No estamos seguros si Honduras ya manifiesta un firme compromiso con la adopción y aplicación de estos principios, a pesar de que muchas entidades, incluyendo el Gobierno, constantemente hacen alusión a los estándares fijados por la OCDE, por ejemplo, para respaldar la aprobación de la Ley de Justicia Tributaria. Lo cierto es que en nuestra región la adopción de estos elementos es cada vez más extensa, incluyendo la creación de programas especiales como el Foro Global de Gobierno Corporativo, respaldado por el Banco Mundial y la OCDE.

Estas entidades publicaron en el 2021 un documento titulado “Estudio de Casos de Buenas Prácticas de Gobierno Corporativo”, que recoge aspectos interesantes, como los siguientes: “Si bien los principios de buen gobierno corporativo son, en esencia, los mismos para todo tipo de empresas, en su aplicación hay lugar para mucha creatividad e innovación cuando se trata de adaptarlos a las circunstancias específicas de cada empresa. El desafío en la implementación está en que cada empresa identifique el camino y las soluciones que mejor se ajusten a sus necesidades”.

“El compromiso de los gerentes y principales accionistas es requisito sine qua non para lograr un programa sostenido de mejoramiento del gobierno corporativo. La empresa debe contar con personas en su interior que promuevan el buen gobierno corporativo” “Para ser completamente exitoso, un programa de buen gobierno corporativo debe comunicar de manera eficaz que la empresa, su administración y los socios mayoritarios están comprometidos irrenunciablemente con las metas de buen gobierno corporativo.”

“Las recompensas obtenidas tras esfuerzos iniciales y de limitado enfoque pueden generar un gran impulso para esfuerzos más amplios que contribuyan a la creación de un virtuoso circulo de adopción de mejores prácticas. El buen gobierno corporativo es un viaje, no el destino final”. Y, por último: “Las experiencias de los miembros del Círculo de Empresas prueban que el buen gobierno corporativo puede contribuir al rendimiento operacional y al acceso/costo de capital. Mejorar el gobierno corporativo se traduce en retornos positivos reales.”

Con estos antecedentes internacionales, Honduras enfrenta el desafío de instituir estas buenas prácticas a su realidad empresarial única. La adopción progresiva de estos instrumentos representa un paso significativo, pero la implementación efectiva y la adaptación a la cultura empresarial local son esenciales. Además, la sensibilización y la formación continua son herramientas cruciales para garantizar una comprensión profunda y una aplicación efectiva de estas prácticas.

La transparencia, la rendición de cuentas y la ética empresarial son elementos clave que están ganando terreno en el tejido empresarial global, sin perjuicio que cada día la cultura de cumplimiento crece como requisito para hacer negocios internacionales. A medida que nuestras empresas continúen su viaje hacia la excelencia en el gobierno corporativo, el compromiso continuo con estas prácticas fortalecerá la posición de Honduras en el escenario empresarial mundial.

Correo: [email protected]

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