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Honduras
martes, abril 30, 2024

Vida nueva

A nivel universal, como humanidad, debemos retrotraernos a las realidades de la verdad. No podemos seguir engañados al creer que esta vida es todo lo que hay, existe la trascendencia del alma humana y por ello los hondureños estamos dentro del juego entre la razón y de la eternidad. Comenzando el 2023 con optimismo y fe en Dios, debemos ver también que no es poca cosa lo que sucede con la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI. Más allá de sus errores como humano, el Papa Benedicto XVI dejó una herencia enorme a la humanidad, una riqueza espiritual como poquísimos y raros seres humanos que han pisado nuestro planeta, lleno de guerras e intereses burdos y mezquinos.

Uno de los aspectos a ver muy de cerca de verdad es el término “relativismo”, es decir que se va constituyendo una dictadura de tal que no reconoce nada como definitivo y que deja solo como medida última al propio yo y sus apetencias”.

El relativismo abandona la posibilidad del diálogo para alcanzar una verdad común sobre la que construir la convivencia humana, el desarrollo como personas y como sociedad, e introduce una dictadura, la del propio yo y sus apetencias.

El poder, la economía, el placer, rigen la sociedad. Esto siempre se produce en perjuicio de los más débiles, de los que tienen menos recursos. Es lo que Francisco llama la sociedad del descarte. Al final, es la imposición de unos sobre otros. En un contexto relativista no impera la tolerancia, sino que se impone el más fuerte… se destruye esa red de contención que son los derechos humanos universales, las verdades comunes.

Como hondureños, debemos entender acerca de las verdades eternas que promulgó Benedicto XVI, quien con su sabiduría iluminó a la humanidad desde los años setenta e incluso antes, siendo el teólogo de nuestra época. Ya en 2023 hemos amanecido sin la presencia física de grandes seres humanos, tano el Papa Emérito como del Rey del Fútbol, Pelé. Cada uno en su ámbito con el legado que nos dejan. Hoy nos toca el Papa Benedicto XVI por su trascendencia espiritual y social.

Es por ello que la humanidad debe ser agradecida, en esencial nosotros los hondureños, los sampedranos, cuando el papa nos refiere que: «He visto y veo cómo de la maraña de hipótesis ha surgido y vuelve a surgir lo razonable de la fe. Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo».

El Papa Emérito Benedicto XVI se le considera como Doctor de la Iglesia en nuestros tiempos, también nos dice: «Hace ya sesenta años que acompaño el camino de la Teología, en particular de las ciencias bíblicas, y con la sucesión de las diferentes generaciones, he visto derrumbarse tesis que parecían inamovibles, demostrando ser meras hipótesis: la generación liberal (Harnack, Jülicher, etc.), la generación existencialista (Bultmann, etc.), la generación marxista». Es decir, que las ideologías no son el camino hacia el bien común, Ojo con eso y lo que nos está sucediendo en Honduras.

Se puede uno apropiar de estas propuestas para que Honduras salga de una vez por todas y ya dejar de estar dándole la confianza a apátridas y embusteros.

¡Que el 2023 les colme de bendiciones y bien común! Comencemos bien.

EditorialVida nueva

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