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domingo, mayo 5, 2024

SIN VENDAS: Solo una gripita

Jesús Pavón

Sí, me dijo ella, tan llena de vida, una güirrita de 20, su piel suave como el olor de las mañanas, su cabello de cascada animal, brillando negro como un sol, azabache, ese cuerpo tan lleno de vida y su alma de jovencita asomándose al mundo.

Solo fuimos al concierto con los aleros, la pasamos bien, cantamos a todo pulmón y disfrutamos de verdad, pero a los dos días me dijo algo triste, como si uno viera una nub gris que cruza el cielo de primavera, casi con vergüenza de cruzarse, empecé con malestar general, con algo de tos como de chucho y dolor de garganta como si me haya tomado un té de hojas de navajas y de remate un dolor de cuerpo, que cabal ya entiendo cómo se sienten las pelotas en las potras.

Sí, me dijo ella, aparte de mí, hay como tres compañeros más y el abuelo de uno de ellos como que está ingresado en el hospital. Cabal fuimos todos, con eso que ya no había riesgo, con eso que más bien iban a quitar las mascarillas, pues nadie creyó que nos pudiéramos enfermar.

Ese virus, dicen que ya se fue, a diario sale eso, tiempales han estado diciendo que ya es historia, ni triajes, ni un mísero anuncio que diga que hay que cuidarnos, pues nos relajamos y mire usted. Primero dijeron que solo es una gripita, hasta lo creí al principio, pero luego entendí que no, que no es una gripita, que no solo son mocos y sentirse como cucaracha aplastada, es algo más, son complicaciones que vienen después, son coágulos en la sangre, infartos, azúcar en la sangre y otro montón de demonios. Y ahora salen los que mandan que se abren nuevos triajes, que hay que cuidarnos, vacunarse ¡y cuidadito con dejar de usar la dichosa mascarilla! ¡Hipócritas, eso son! Ellos sabían que esa enfermedad ya días volvía, que hay una nueva ola y qué se yo, que más.

Pero les intereso más hacerse los papos, por las ganancias del concierto, supongo que, por la economía, siempre el dichoso pisto y todo eso. Como les convenía, no les interesó un hatajo de güirros que se enfermaran, no se ponen a pensar en los gastos de salud que tendrá la gente y capaz más de uno al hospital, eso no se ponen a pensar, al final pierde más el país por la gente que ni puede ir a trabajar. Es triste, me dijo con ojos de ira, que les preocupe más el billete que la salud del pueblo, es triste que hasta en eso nos ven de menos. Si somos se supone el pueblo, por el que ellos luchan, pero se ve de lejos que hasta en eso la política tiene que ver, hasta en la salud, lo único que nos queda y no nos pueden quitar en impuestos o extorsión, se atreven a tocar.

Ya ve, me dijo decepcionada, fuimos todos muy alegres y confiados, porque les creímos, eso es la verdad, hasta nos dijeron que ya no había peligro, que todo había vuelto a como era antes, hasta nos dijeron que otros países ya ni usaban mascarilla, y que todo estaba bien, como si tuviéramos los mismos recursos que ellos en salud, eso no nos dijeron, si aquí ni medicinas hay, pero esta bueno que nos pase ¿sabe?  Yo no me preocupo por mi ¿sabe? Para mí es como una gripita, pero vivo con mi papá que es diabético y mi abuela mayor de ochenta, para ellos no es una gripita, para ellos puede ser la puerta que los lleve al camposanto.

Si hubiese sabido que ese virus lo teníamos encima, aunque una vez nos hubieran dicho, no voy a ningún lado, mi amor es más que cualquier concierto. Eso es lo que me da coraje, que nos engañen por guardar políticas, por pisto al final, pero, ¿sabe?, está bien que me pase, porque ¿quién le cree a un político?

 

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