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Honduras
viernes, mayo 3, 2024

SIN VENDAS: La mentira tiene patas cortas

Fíjese compa cómo es la cosa, ya días nosotros, por quitarnos aquel clavo, el de los torones que movían la harina, la merca pues, aquellos que metieron las uñas sabe por cuántos años, los que todos sabíamos que estaban más pandos que la cola de un chancho, pero calladitos porque, si no, toca pa’bajo, pues decidimos cambiarlos, por los que están ahora y ¿se acuerda que fueron chorreras de promesas?, nos pajiaron toditos y toditas, nos dijeron que aquí ya se acababa lo chueco, que se acababa lo podrido, que ahora sería justa la vaina, que se acabaría lo hediondo, como cuando uno lava con manguera la gracia de algún chucho en la acera, se limpia y se acaba.

Me acuerdo que prometieron hospitales, que ya no subiría la dichosa canasta, se acabaría la movedera de asuntos de aquí a allá, que ya no tendríamos que preocuparnos por los malandros, hasta nos dijeron que ya no ocupábamos los triajes y vacunas, peor las mascarillas, ¡porque el bicho aquel se había ido!

Cabal que caímos, como güirritos caímos, de tan desesperados que estábamos, no sé si nos vieron la cara o de verdad creímos en ellos. Pero lo cierto es que la mentira tiene patas cortas, ya vimos que el asunto sigue igual o peor, ahora ni contestar una llamada quiere uno, porque no sabe si es un cobra para pedir dinero, que no hay, o un muchacho para pedir pisto también, ¡solo que le dicen a uno que se lo planchan si no! La vida más cara, ya ni comprar frijoles puede uno y las tortillas ya pasaron de ser del pobre a un privilegio o el recuerdo nada más de su sabor, cuando le chillan las tripas a uno.

Ni se diga de la salud y los hospitales, si allí nada hay y lo poquito que hay casi no ajusta para nada, ni se diga del bicho ese que resultó que no se había ido, que estaba aquí, calladito y ahora son tendaladas de gente haciendo cola con chorrera de mocos, todos fregados, hasta en eso nos dieron atol, ¿qué les costaba decirnos que seguía igual la papada? ¿Uno se cuida, vaa?

Pero no, como todos los que han llegado allí, a la silla o los dichosos curules, que a mí me suena a mariscos, solo van a ver cómo trabajan por la Honduras, pero de sus bolsillos creo yo, porque a nosotros, los que jalamos en bus y comemos en las aceras a la carrera, pues la vaina sigue igual, sea azul, rojo o cuadriculado el color de la propaganda. Nambe, si solo para echarse la culpa los nuevos con los viejos y los viejos con los nuevos sirven, en vez de trabajar por nosotros, porque al final lo que importa es el país no el partido. Hablando de partido, ahorita sosegados nos tienen con el bendito gaucho chuteando goles y hasta eso nos dieron pajaritas, antes por lo menos uno podía ver el Mundial en tele, aunque fuese ajena, ahora toca pagar un plus, dicen, y uno pues, no ajusta, y si ponemos en radio, pues tres cuartas partes del partido es publicidad y una que otra chuteada que describen, son bárbaros si ni billete tenemos, pero ya no hallan cómo quitarnos la poca marmaja que nos queda. Hasta esa felicidad se han llevado, compa, sin salud, sin seguridad, sin comida, sin fútbol, ¡pucha, si cada día estamos más fregados compa! Por eso digo, que la mentira tiene patas cortas, casi un año y ya los agarramos en curva, ya vimos que es lo mismo de antes, solo que de otro color, estamos fregados, compa, creo que nos salimos de una por caer en otra y el problema es que ellos no tiene voluntad, no les interesa cambiar, solo ven por ellos y su círculo, hablando difícil, o por sus aleros, como dicen en el barrio… ¿y los demás?, ¡muy bien, gracias!

Eso es lo que pasa, no hay voluntad compa, no hay amor por el prójimo y peor el país. Que Dios nos agarre confesados compa, porque aquí no le vemos pico y cola a la vaina.

Jesús Pavón

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