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domingo, abril 28, 2024

¿Quién quiere ser millonario?

¿Qué sucedería si todas las personas del mundo; adultos, niños, todos, de todos los países, de repente recibieran un regalo de diez millones de dólares?

¿Se acabaría la pobreza y todos vivirían felices?

Bien, supongamos que cada uno de los 8 billones de personas del planeta recibe una fortuna de diez millones de dólares, ¿qué pasaría?

En primer lugar, los bancos quebrarían.

La principal fuente de ingresos de los bancos son los intereses por los préstamos que otorgan, si todas las personas del mundo fueran multimillonarios, nadie pediría dinero prestado.

Nadie compraría casas con hipoteca ni nada financiado, todo sería de contado.

De igual manera, las tarjetas de crédito, cuyos intereses son estratosféricos, dejarían de funcionar.

Creo que para sobrevivir tendrían que cobrar intereses por guardar el dinero.

Aunque todos los odiemos, me temo que son un mal necesario.

Vamos a ver, ¿qué sucedería con otras áreas de la actividad humana?

Todos ricos, ¿quién recogería las cosechas de café? Si en la actualidad es difícil encontrar recogedores, imagine si todos fueran millonarios.

La agricultura se paralizaría. Nadie sembraría hortalizas o ningún otro vegetal.

Maíz, frijoles, trigo y otros, todos dejarían de producirse.

En las ciudades no habría recolectores de basura, los desperdicios formarían montañas por todas partes.

Albañiles, carpinteros, pintores, repara goteras, jardineros; esos trabajos tendríamos que hacerlos personalmente, los millonarios no hacen esas cosas.

Todos tendrían carros, pero ¿quién atendería en las gasolineras?

De hecho, no habría empleados para operar la industria petrolera; se terminaría el combustible.

Supermercados, tiendas, restaurantes, todos se quedarían sin personal.

Quizá ciertas profesiones sobrevivirían, como abogados y  médicos, solo que cobrarían carísimo (ya lo hacen, pero más).

Los ingenieros me temo que no; ¿dónde se encontrarían albañiles y mozos para construir?

Nadie produciría alimentos. ¿Quién diablos se dedicaría a la cría de vacas o gallinas o cerdos?

Se imagina, usted millonario ¿y tener que estar lidiando con chanchos, alimentarlos y destazarlos para poder comer?

Gallinas y vacas igual. ¿Leche, huevos? Nadie se dedicaría a eso.

No habría enfermeras, asistentes de cirujanos, ni quién moviera las camillas y mucho menos alguien que se encargara de lavar sábanas sanguinolentas.

Si todos los habitantes del planeta se volvieran multimillonarios (mínimo 10 millones cada uno), el caos se apoderaría del mundo.

Todas las actividades se paralizarían sin empleados en fábricas ni producción artesanal de nada.

Lugares de vacaciones o cruceros a todo lujo no podrían seguir funcionando sin nadie que atienda, limpie las habitaciones o le dé mantenimiento a nada, los lugares de descanso se convertirían en sitios donde ir a trabajar, inclusive arreglando las propias camas, cocinando, lavando ropa y hasta limpiando baños e inodoros.

Algunos países en la actualidad son tan ricos (particularmente naciones árabes abundantes en petróleo) que los ciudadanos reciben todo gratis pero solucionan ese “problema” importando mano de obra de los muchos países pobres existentes.

Pero, si sus habitantes  de repente se volvieran millonarios, ya no habría dónde conseguir ayuda.

La mayoría de la gente dejaría de estudiar, ¿para qué si ya son ricos?

Los políticos tendrían que mejorar, eso sí, ya que no podrían comprar votos.

Yo, en lo personal, estaría dispuesto a trabajar en algunas áreas, pero cobraría muy caro. Digamos unos doscientos mil dólares mensuales de salario mínimo, con derecho a seis meses al año de vacaciones pagadas.

Y si no le gusta lo que hago, pues, ¡busque otro! Seguro que abundarían ofertas de empleo por todas partes, uno podría escoger lugar, actividad, sueldo, horarios, todo.

Creo que, al final de cuentas, la repartición de la riqueza sería el equivalente a la repartición de la pobreza y conduciría a una disminución general de la calidad de vida.

Lamentablemente las cosas tienen que ser como están.

Si todos fuéramos ricos sería más o menos igual a si todos fuéramos pobres, nos tocaría hacer los trabajos más indeseables, simplemente para sobrevivir.

Todos los valores cambiarían.

El dinero perdería valor pues no se podría comprar casi nada, la inflación sería terrible.

La riqueza colectiva podría conducir al fin de la civilización tal y como la conocemos.

La vida ser volvería parecida a como era antes y durante la Edad Media, donde cada familia se encargaba de producir todo lo que necesitaba; alimentos, ropa, calzado, sus propias chozas, ¡todo!

Quizá así serían las cosas durante algún tiempo hasta que, finalmente, el dinero tendría que encontrar su cauce natural hacia… los ricos.

Los pobres, que siguieron viviendo como pobres a pesar de ser millonarios, continuarían su vida de pobres, las cosas nunca habrían cambiado para ellos.

Los ricos habrían probado durante algún tiempo lo que es vivir como pobres.

La verdad; no puede existir un mundo donde todos sean ricos, en cambio ya se ha probado que sí puede haber uno donde todos sean pobres.

Si lo ven por ahí, cuéntenle eso a don Karl Marx.

Por Otto Martin Wolf
[email protected]

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