La semana anterior estuvimos analizando la diferencia entre el dolor y el sufrimiento. Identificamos que el dolor es inevitable, en cada etapa de nuestra vida, niñez, adolescencia, adultez existen eventos que nos producirán malestar, desazón, incomodidad. Este día conoceremos uno de los factores que influyen en la profundidad del dolor y la duración del sufrimiento, la personalidad ‘borderline’, llamado también trastorno límite de la personalidad.
Es un trastorno de la salud mental que impacta la forma en que la persona piensa y siente acerca de sí misma y de los demás, generalmente no les permite encajar en los grupos sociales, generan conflicto en las relaciones interpersonales, incluye problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, por ende, se marca un patrón de relaciones altamente inestables.
Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden tener cambios muy marcados en su estado de ánimo, en la mañana están relajados, de buen humor y en la tarde alterados, esquivos, distantes. Sus sentimientos hacia los demás pueden cambiar rápidamente y pasar de tener la necesidad de estar cerca y después reflejar una aversión extrema por esa misma persona, muchos pacientes lo analizan y lo explican con una frase, “le amo, pero también le odio”. Estos sentimientos cambiantes pueden originar relaciones inestables y producir un dolor emocional que nadie lo puede comprender.
Otra característica de este trastorno es que normalmente las personas que lo padecen tienden a irse a los extremos, no aceptan matices, suelen tener pensamientos inflexibles, para ellos todo es bueno o todo es malo. Tienen un temor profundo al abandono, no toleran estar solos, pero sus cambios de humor, impulsividad e imprudencia suelen alejar a los demás, pese a que quieran y sientan la necesidad de tener relaciones afectuosas y duraderas, simplemente no lo consiguen. Cuando el trastorno ha avanzado, algunos pacientes tienen comportamiento autodestructivo, se golpean, cortan, se producen quemaduras con encendedores, consumen muchas sustancias, se tatúan demasiado con el fin de sentir dolor, tienen pensamientos o conductas suicidas, sentimiento crónico de tener un vacío, obviamente no todas las personas con trastorno límite de la personalidad tendrán todos estos síntomas, ni todos los que tengas estos síntomas son ‘borderline’, ya que se necesita de un profesional de la Psicología para validar su diagnóstico.
En consulta se evalúa la gravedad, la frecuencia, historia de vida, áreas de afectación, factores desencadenantes y la duración de los síntomas. En mi experiencia clínica, he logrado identificar niños con muchos de estos síntomas, que no logran tener buenas relaciones interpersonales ni con sus padres, sin embargo, el trastorno límite de la personalidad se diagnostica en la adolescencia tardía o en la adultez temprana. Ocasionalmente, se le puede diagnosticar a una persona menor de 18 años si los síntomas son significativos y duran al menos un año. Si logras identificar estos síntomas en ti o en alguien más, busca ayuda profesional pronto, escríbenos a [email protected].
Por Irazema Ramos, Psicóloga.
