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viernes, mayo 17, 2024

No usar computadoras en el aula, una paradoja en la era digital

Recientemente, se ha difundido la noticia que indica que Suecia sacará de sus aulas las tecnologías de la información y comunicación (TIC) que incluyen computadoras, tabletas y celulares. Esta medida se dio a conocer en un respetable periódico francés Le Monde en un artículo publicado el 21 de mayo, 2023. El reportaje tomaba como fuente las declaraciones de la ministra de Educación de Suecia, quien había solicitado a los expertos que revisaran el efecto de las TIC en el aula de clase, poniendo principal atención en la comprensión lectora de los estudiantes de primaria.

La reacción se origina luego de que el prestigioso Estudio Internacional de Progreso en Alfabetización Lectora (PIRLS, siglas en inglés) mostrara que los estudiantes suecos de cuarto año de primaria han retrocedido comparativamente en su comprensión lectora, un dato curioso es que la evaluación fue diseñada por primera vez para ser tomada de manera digital y no escrita, cabe la duda si esto influyó en los resultados, por lo que han solicitado retomarla de manera análoga.

De alguna manera las recomendaciones iniciales que dio la Organización Mundial de la Salud (OMS), podrían estar relacionadas con estos resultados. En el 2019, la OMS recomendó que niños de 2 a 5 años solo utilicen dispositivos electrónicos durante un máximo de una hora al día. OMS basó su sugerencia en el estudio de 277 artículos médicos y 10 estudios en cinco países con cerca de 7,500 participantes. Los niños y niñas deben tener una vida activa, jugar, aprender a relacionarse con otros niños mediante las actividades recreativas.

Ahondando más en lo que este país escandinavo está haciendo realmente, es ser responsables y revisar su actual política de adopción tecnológica en el aula de clases, no han tomado la drástica decisión de eliminar por completo las TIC en el aula de clases. Por el contrario, Suecia busca mejorar el uso de la tecnología en la educación, adaptándola a las necesidades de los infantes. Están contemplando invertir en comprar más libros impresos, para fomentar la comprensión lectora y la escritura en lápiz y papel.

Es interesante que esta revisión a su actual política digital la están basando en evidencia científica y han buscado a expertos en el área para que estudien la situación. Pero el revuelo que ha causado esta noticia, en parte es porque se ha abordado con cierto amarillismo. Vivimos en un mundo digital, somos, sin darnos cuenta, dependientes de la tecnología; como anécdota personal, quiero compartir una experiencia en la que me vi en apuros al no tener dónde anotar un número telefónico importante debido a que mi teléfono móvil se había quedado sin batería, aunque llevo siempre un bolígrafo y papel en mi bolso, lo olvidé por completo, estamos inmersos en un mundo digital.

La incorporación de las TIC en la educación no es novedad, la diferencia está en conocer qué tipo de herramientas digitales se pueden usar según las edades, distinguir con claridad qué tipo de programas son útiles para el proceso de enseñanza-aprendizaje de acuerdo con la necesidad de cada grupo de estudiantes. Uno de los temores bien fundamentados, es que se utilice como en su casa, para fines de distraerlos, como una golosina más. Eso sí representa un peligro, darle al niño o la niña una tableta o un celular para que juegue por muchas horas. Eso me recuerda, cuando la televisión cumplía ese fin y muchos niños y niñas desarrollaron adicción a ver horas y horas de televisión, convirtiéndose en personas pasivas y sin hábitos de lectura de libros o revistas.

En los países de bajos ingresos, donde el presupuesto para la educación se lo lleva en su mayoría la burocracia administrativa y la corrupción, equipar con tecnología a las escuelas puede traer muchos beneficios, especialmente si consideramos que la mayoría de los estudiantes que viven en condiciones de pobreza o pobreza extrema, no tienen acceso al Internet y muchos menos a libros impresos. En estos casos, si no lograron aprender el hábito de “aprender a aprender” en la escuela, en sus casas es poco probable que lo cultiven, ya que no tienen el entorno adecuado para estimular su intelecto.

El uso apropiado de las TIC abre oportunidades y puede contribuir a enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, despertando la curiosidad y el pensamiento crítico de los estudiantes, preparándolos para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más digitalizado. Estamos ante una paradoja digital a la que ya se enfrentan los países más avanzados, como Suecia, que están buscando soluciones adecuadas para evitar errores que pongan en riesgo la educación de calidad.

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