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viernes, abril 26, 2024

No parece ser buena idea

Ante la exigencia permanente acerca de las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 911 (SNE-911), ya las voces oficiales se dejan escuchar, pero con un ingrediente que llama mucho la atención. A la hora de pensar en soluciones, lo obvio y sano es que se renegocie el encendido de las cámaras con el compromiso del buen uso de los recursos del Estado para pagar lo que se deba, pero hay algo que sí nos llamó la atención y disparó, a manera de luz intermitente, las alarmas. La población debe, en especial las fuerzas sociales, gremios y demás acerca del asunto.

La cuestión es que, en la víspera, según lo expresado por el oficial de comunicaciones de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, sugiere que “es fundamental que el sistema sea manejado por la Policía Nacional”. Siendo así y por la situación que se atraviesa en el sistema penitenciario, sumado a los procesos de depuración que se han tenido que pasar dentro de la institución policial, el manejo de este sistema podrá agregarles más dolores de cabeza debido a que siempre la delincuencia busca la manera, y lamentablemente la encuentra, de poner a su disposición cualquier método para adquirir dominio y la Policía no está vacunada contra eso y debemos más bien fortalecerla y agradecerles, pero no es el momento para eso.

No se trata de desconfiar, sino que no es el momento por otra razón: la zozobra social venida de un discurso permanente desde el mismo Estado. En otros países eso ha sido un peldaño para establecer un Estado policial y represivo al servicio de los gobernantes de turno teniendo el modo de trabajar como se hace en Venezuela, Cuba o Nicaragua o en dictaduras como lo ocurrido en algunos países en el pasado.

Siendo conscientes de su definición, un Estado represivo es aquel en el que un gobierno o las autoridades tienen un control excesivo sobre la población y utilizan la fuerza o la violencia para mantener el orden y suprimir la disidencia política o social. En una situación así, se pueden violar los derechos humanos de los ciudadanos, como la libertad de expresión, el derecho a la privacidad, la libertad de reunión y la libertad de prensa. Además, puede haber una ausencia de elecciones libres y justas, y el poder puede estar centralizado en un pequeño grupo de personas o en una sola persona. En general, se caracteriza por el uso de la fuerza y la intimidación para controlar a la población y mantener el poder en manos de las autoridades.

En vez de encender polémicas, enviando mensajes “entre líneas” para condicionar las intenciones, en vez de eso, mejor que el Gobierno, siendo responsable y proactivo, haga lo propio ya que el voto fue masivo y hasta espeluznante en las pasadas elecciones precisamente para no crear nuevos problemas y más bien resolverlos, ese es el mandato y quienes están en el Gobierno son los mandaderos, ya dejen de lado esas malas artes de dejar ir en medio de los discursos esos condicionamientos mentales, el SNE-911 debe seguir en las mismas manos para ser más eficientes como herramienta y no para sembrar dudas y temores. Enciendan esas cámaras.

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