Después que aviones cazas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos derribaran globos propiedad del Gobierno de China (aceptado por ellos mismos) con aparente misión de tipo científico e investigación del clima, y muy a pesar por esos argumentos, la duda quedó en el aire, flotando con la fuerte teoría de ser más bien naves espías que, eventualmente, han pasado por Centroamérica y posiblemente encima del espacio aéreo hondureño. Con todo esto, se tiene que ver con mucho cuidado y no dispararse en el pie, ya que las relaciones internacionales, la óptica del mismo derecho internacional, el abuso militar, el desarrollo de la tecnología y las ambiciones de expansión colonialista, todo eso, deberá meterse en la misma licuadora y extraer un extracto más amargo que otra cosa para dilucidar lo que está sucediendo con esos globos.
Según expertos, en especial de parte del general estadounidense Patrick Ryder, “la intención de ocultar ese vuelo sobre países de Latinoamérica revela que las intenciones chinas con ese globo (reportado en Costa Rica) no eran buenas”. Debemos ser francos, todo país expansionista o potencia mundial siempre ha tenido en su agenda el tema del colonialismo, solo es de recordar las reparticiones desde la época feudal, de regiones ultramar e incluso “pegando mordidas de territorio” en sus vecindarios. Es una tara humana, cuestión que no podemos evitar como tales, solo es de ver (aplicándolo a nuestra realidad) el tema de las invasiones en el sector del Aguán y que ni el presente ni anteriores gobiernos han querido solucionar. Así somos los seres humanos.
Pero volviendo a lo manifestado por el general Ryder, “el objetivo supremo de los regímenes comunistas, especialmente los que alcanzan categoría de potencia militar, es lograr la hegemonía global que colocaría el mundo bajo su ideología y control”. Es esta aseveración estamos más que convencidos de ello, pero eso atiene a toda potencia militar, no solo a los comunistas, el problema está en la seguridad mundial, hacia allí es que se debe ver el tema, muy a pesar que hasta en Honduras, y no precisamente en sus cielos, tiene plañideros y cajas de resonancia, malinchistas que quieren, a punta de reata, entregar el país al socialismo más por resentimiento que por talento propio.
También cuenta la opinión del exdiplomático y analista político cubanoamericano Luis Zúñiga, “es muy probable que otros objetivos económicos y estructurales formaran parte de la misión”, con la “mirada puesta” en Latinoamérica. Ya China entró a varios países de Latinoamérica con préstamos e incluso con una especie de embargo a la producción petrolera de Venezuela; en Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, además, con inversiones realmente interesantes. Y ese es el canto de sirena, pero, allí caemos en el dilema de la reconstrucción de nuestros países, con población debilitada en su moral, desinteresada de lo que realmente le conviene y dejándose llevar por caudillos insulsos y que no pueden superar ese problema psicosocial, fácil presa para los “regalones” de turno, muy a pesar que “no hay almuerzo gratis”.